Esta serie argentina de Netflix se mantiene entre las más vistas a nivel mundial desde su estreno y es ideal para quienes ya vieron Adolescencia, la miniserie británica.
Si te gustó Adolescencia en Netflix, tenés que ver esta serie argentina de 6 capítulos.
Atrapados, la nueva serie argentina de Netflix, se ha convertido en un fenómeno que no pasa desapercibido. Inspirada en una novela del autor Harlan Coben, esta ficción nos sumerge en un oscuro entramado criminal donde el grooming digital y las redes sociales juegan un rol crucial. Si disfrutaste de la miniserie británica Adolescencia, esta producción te va a perturbar por sus paralelismos con la realidad que viven miles de adolescentes cada día.
Con un formato de seis capítulos, la historia mantiene la tensión desde el primer minuto. Protagonizada por Soledad Villamil, Alberto Ammann y Juan Minujín, la serie se desarrolla en la ciudad de San Carlos de Bariloche, donde seguimos a Ema Garay, una periodista famosa por atrapar criminales que enfrenta un dilema cuando el sospechoso de la desaparición de una adolescente resulta ser alguien cercano a ella.
La historia arranca cuando Martina Schulz, una joven de 16 años, desaparece tras haber sido contactada por un hombre mayor a través de Internet. La periodista Ema Garay empieza a tirar de un hilo que la conduce a una trama de grooming, en la que adultos se hacen pasar por jóvenes para acercarse a menores y manipularlos con fines sexuales.
Durante la investigación, todos los indicios apuntan a Leo Mercer, un hombre que trabaja en una fundación dedicada a proteger a niños vulnerables. Su cercanía con las víctimas y su acceso a información delicada lo colocan como principal sospechoso. Pero cuanto más se adentra Ema en el caso, más se da cuenta de que nada es lo que parece, y que la red de engaños podría estar operando desde mucho más cerca de lo que imaginaba.
Aunque la serie no se basa en un caso específico, está construida a partir de múltiples situaciones reales documentadas sobre grooming. Casos donde las víctimas, muchas veces menores de edad, son contactadas por sus agresores a través de plataformas populares como Instagram, TikTok o chats de videojuegos. El modus operandi es casi siempre el mismo: el contacto inicial parece inofensivo, pero a medida que avanza, los adultos comienzan a pedir imágenes íntimas, información personal e incluso encuentros en persona.
La ficción de Atrapados refleja con crudeza cómo los abusadores se infiltran en los espacios digitales, disfrazados de confianza y afecto, para capturar emocionalmente a sus víctimas. Un retrato que, como en Adolescencia, apunta directamente a las fallas de los entornos digitales y a la falta de controles reales sobre lo que ocurre en ellos.
Como ocurrió con Adolescencia, que despertó conversaciones sobre misoginia y redes sociales, Atrapados busca más que entretener. Es una advertencia, un espejo incómodo de una sociedad que aún no sabe cómo proteger a sus jóvenes en el mundo digital. El caso ficticio de Martina Schulz puede no ser real, pero se parece demasiado a muchos que sí lo son.
Con actuaciones potentes, una dirección sólida y un mensaje necesario, esta serie argentina se posiciona como una de las mejores adaptaciones de Harlan Coben hasta la fecha, y como una pieza clave para entender los peligros que enfrentan adolescentes cada día.
