"Sigue estando en forma para cumplir sus funciones y ejecuta plenamente todas sus responsabilidades, sin exenciones ni adaptaciones", aseguró O'Connor.
La Casa Blanca precisó que Biden no se sometió a una prueba cognitiva porque no era necesaria.
"Pasa una prueba cognitiva todos los días, mientras pasa de un tema a otro, entendiendo el nivel de detalle de estos temas", dijo la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, citada por la agencia de noticias AFP.
Según las encuestas, la mayoría de los estadounidenses no quiere una revancha entre Biden y Trump en noviembre debido a la avanzada edad de ambos.
Trump acostumbra a burlarse de los errores verbales de Biden y de su manera de andar, que se advierte algo rígida.
De todas formas, él también ha cometido equivocaciones el último tiempo, cuando mencionó al primer ministro húngaro, Viktor Orban, como líder de Turquía y confundió a la expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi con su principal rival, Nikki Haley.
Biden, el presidente en ejercicio de más edad en la historia de Estados Unidos, anunció ayer que iba al hospital militar Walter Reed a un chequeo médico, el último antes de las elecciones del 5 noviembre, en las que seguramente se postulará a la reelección.
En febrero de 2023, O'Connor concluyó que Biden gozaba de "buena salud", era "vigoroso" y "apto" para desempeñar sus funciones, tras lo cual le extirpó una "pequeña" lesión cancerosa de la piel.
Biden intentará lograr un segundo mandato, que concluiría con 86 años, pero para lo cual primero deberá ser confirmado como candidato demócrata y luego ganar la elección general.
El presidente logró ayer una fácil victoria en las primarias demócratas de Michigan, aunque sufrió un duro voto de protesta por su gestión de la guerra entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamas que encendió alarmas de cara a las generales de noviembre.