Sin embargo, los resultados del seguimiento en el mes de enero revelaron que la cepa británica, además, contiene la mutación de la proteína E484K, encontrada también en las variantes sudafricana y brasileña. De 214.159 secuencias de la variante británica del SARS-CoV-2 hallaron el cambio en cuatro casos.
Este resultado podría comprometer la eficacia de las vacunas aprobadas hasta el momento, ya que la mutación E484k hace que el virus sea menos detectable para el sistema inmunitario, impidiendo una rápida respuesta ante la infección.
Según el biólogo molecular Kai Kupferschmidt, este hallazgo demuestra que “esta mutación hace que sea más fácil para el virus adquirir cierta ventaja en poblaciones con inmunidad", es decir, personas que ya transitaron la enfermedad o que fueron vacunadas.