La mentirita

Derecho del último adiós: sus hijas quisieron viajar 10 veces a San Luis para despedirse, pero no las dejaron entrar por la cuarentena y murió

Jesica Mihelj
por Jesica Mihelj |
Derecho del último adiós: sus hijas quisieron viajar 10 veces a San Luis para despedirse, pero no las dejaron entrar por la cuarentena y murió

El 2020 quedará en la historia como el año de la pandemia de coronavirus. Pero para las hijas de Martín Garay será el año en que un repentino cáncer se cobró la vida de su padre y que la rígida cuarentena en Argentina las dejó sin poder darle el último adiós. El gobierno de San Luis les negó 10 veces el ingreso a la provincia para poder despedirse. Cuando el permiso llegó, ya fue demasiado tarde.

La historia comenzó en abril, cuando Martín fue diagnosticado con un cáncer de pulmón con metástasis ósea. La enfermedad avanzó tan rápido que el 10 de agosto los oncólogos le informaron que ya no había más por hacer. Martín se refugió en su casa de Quines, pueblo situado al norte de San Luis, bajo cuidados paliativos.

Fue entonces que Victoria y Antonela Garay decidieron viajar desde su domicilio en Río Grande, Tierra del Fuego, para acompañar a su papá. El permiso provincial fueguino llegó en 24 horas. Sin embargo, los problemas llegaron en la jurisdicción de San Luis.

En diálogo con Cadena 3, Victoria había contado que desde el 11 de agosto había completado "diez formularios" pidiendo que le concedan el permiso para ingresar a San Luis.

Todo el tiempo nos rechazaron el ingreso. En el último formulario nos plantearon hacer una cuarentena en un hotel que nos pedía 73.500 pesos para alojarnos, pero les dijimos que no, porque no tenemos ese dinero”, había denunciado Victoria.

Precisó que las primeras solicitudes "fueron rechazadas por no tener domicilio en la provincia", mientras que en otras ocasiones le "cambiaron los motivos".

Finalmente, las hijas y el nieto de Garay, Eloy Turri, de 5 años, debieron someterse y aceptar los protocolos que impone San Luis: PCR negativo para los tres y estar siete días en cuarentena en las residencias de la Universidad de La Punta. Sin embargo, cuando estaban en viaje para cumplir esas condiciones, Martín, de 61 años, murió.

"Les faltaban dos días para llegar. Victoria y Antonela están desbordadas. Llevan más de 10 días sin poder descansar. Están muy afectadas. Espero que terminen de recuperarse para poder contactarme con ellas para ver cómo seguimos", sostuvo Emma Matorras, abogada de las hermanas.

Matorras, quien había presentado una medida cautelar, confirmó que recibieron la noticia del fallecimiento de su padre a la altura de la localidad santacruceña de San Julián y Victoria tuvo que ser atendida por una ambulancia debido a que "se descompensó".

Solange, el otro caso que conmocionó al país

Pablo Musse no veía a su hija Solange, de 35 años, desde febrero. La mujer había viajado de Neuquén, en donde vivía, a Alta Gracia, Córdoba, para realizar un tratamiento alternativo por un cáncer de mama que padecía desde 2010. Su madre la estaba acompañando y Pablo se quedó en el sur del país.

Con el correr de los meses, Solange fue empeorando. Sobre el final, Pablo resolvió que a pesar de la cuarentena debía visitarla y despedirse. Por eso viajó con su cuñada, una mujer discapacitada de 39 años, desde Neuquén hasta Alta Gracia. La policía de Córdoba no lo dejó ingresar y Solange murió el viernes 21 de agosto esperando un abrazo que nunca llegó.

La necesidad de un protocolo del “último adiós”

Distintas instituciones sanitarias del país, entre ellas el Sanatorio Mater Dei, consideraron que es necesario que los familiares puedan despedirse de un ser querido a pesar de la pandemia. Con eso en mente desarrollaron un protocolo que permite, con cuidados, decirse las últimas palabras cara a cara.

Es más: en los últimos reportes sanitarios porteños, el ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós, remarcó que las autoridades están trabajando con los responsables de las terapias intensivas para desarrollar un protocolo que permita las visitas en las internaciones terminales.

“Es un tema trascendente y nos preocupa severamente. El acompañamiento en los últimos días es indispensable. Creemos que debemos avanzar en un protocolo que habilite las visitas a los pacientes en situación crítica, que permitan un despedir digno y humano sin peligro de la salud", indicó.