"Ya era muy peligroso estar allá en esa época, así que llegué en calidad de refugiada junto a mi hija (Larisa) y mi nieto Illia, que en ese entonces tenía seis años", contextualiza. Su otra hija Hanna, de 27 años, también logró instalarse desde hace un tiempo en el país.
Con su nueva vida, Alla se alojó en casa de una prima y, enseguida, emprendió un proyecto de taller de costura en el que trabaja hasta el día de hoy.
Sin embargo Larisa, de 31 años, cambió de opinión respecto de su estadía aquí. Tomó la decisión de volver porque quería acompañar a su marido Denis Gorpeniuk. Allí, ambos, volvieron a ser padres de una niña, Sofía, que hoy tiene apenas 4 años. Illia, por su parte, se quedó a cargo de la abuela en suelo argentino.
La odisea de su familia en Ucrania
Alla, en diálogo con A24.com, comparte las fotos y videos que su hija le envía con frecuencia del angustioso escenario que vive junto a su familia en Ucrania: bombardeos, torturas, vejaciones y hasta asesinatos delante de sus propios ojos, tal como le sucedió en la ciudad de Mykolaiv y Odesa, uno de los centros neurálgicos más codiciados por Rusia en el afán de su avance militar.
"Por ahora, nos comunicamos todos los días por Telegram. Todavía tienen internet, pero esto se puede cortar en cualquier momento dado que ya hay problemas con el servicio de luz", comenta.
"Mi hija está muy asustada, cansada y con mucho frío. Allá hay temperaturas bajo cero", afirma Alla. Y detalla: "Los supermercados, por la situación que se vive, se encuentran vacíos. Casi que no tienen comida".
El efecto dominó de este flagelo, además, llevó a Larisa a quedarse sin empleo, luego de que la dueña decidiera emigrar a Polonia para poner a salvo su vida.
El refugio en un sótano de Odesa, tal como cuenta Alla, tampoco fue suficiente para que su familia lograra evadirse de ese estado de alerta permanente. "Mi nieta, Sofía, está muy asustada. No puede dormir porque se escuchan las detonaciones y se ven las luces de los bombardeos. Oye un golpe cualquiera y se esconde", indica.
Debido al peligro al que estaban expuestos y a los pronósticos desalentadores que pesaban sobre el futuro de Odesa, la familia de Alla decidió evacuar la región. Con lo puesto y algunas valijas, lograron viajar en tren unos cuántos kilómetros hasta un pueblito para encontrar algo de calma. Al menos por un tiempo. "Ahí no hay batallas, pero la situación puede cambiar en cualquier momento", afirma la madre de Larisa.
"No tengo plata para comprarle los pasajes"
"Si ellos van a Polonia o Moldavia (los principales países a donde emigraron los refugiados), ¿quién les va a dar trabajo? Hay un montón de gente en la misma situación", se lamenta. Y añade: "Me gustaría que vengan acá y que trabajen acá. Que vuelvan a tener una vida normal".
"Yo no tengo la plata para comprarle los pasajes. Una o dos veces por semana les envío dinero para que compren comida. Para ellos, encima, no es mucho y para mí, sí. Acá tengo que mantenerme con mi nieto (ahora tiene 13 años), que entiende todo lo que pasa y está muy preocupado", dice Alla.
Sobre el final de su desolado relato, la mujer concluye: "Uno no sabe cuándo se termina todo esto. Pido ayuda a todo el mundo. Ya no sé que hacer. Estoy destruida".
Dónde colaborar para que la familia pueda llegar a la Argentina
- Alla Shaforostova/ Banco Ciudad
- CUIL/CUIT 27-62757510-1
- Caja de ahorro 000000260200355155
- CBU 0290026110000003551557
- Alias TUBUENAMODISTA
El gobierno argentino otorgará visa humanitaria a los refugiados ucranianos
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La medida adoptada por el organismo, dependiente del Ministerio del Interior, se enmarca en las políticas de protección de los derechos humanos que lleva adelante el país y apunta a facilitar y garantizar la reunificación familiar de esas personas.
Cómo será el trámite para viajar a la Argentina
La disposición de la DNM, a cargo de Florencia Carignano, otorga el estatus de protección temporal para garantizar el ingreso y permanencia en el país de ucranianos y familiares directos, con un plazo de permanencia de hasta tres años en la Argentina.
En ese sentido, se informó que, vencido ese plazo, los beneficiarios pueden solicitar y acceder a la residencia definitiva en el país.
Este visado se enmarca en la Ley de Migraciones 25.871, y puntualmente en su artículo 23 inciso M, que considera residentes temporarios por razones humanitarias a todos aquellos que ingresen invocando "razones que justifiquen a juicio de la Dirección Nacional de Migraciones un tratamiento especial".
Desde la Dirección Nacional de Migraciones destacaron que la medida tiene por objeto brindar protección a aquellas personas que, no siendo refugiadas o asiladas, momentáneamente no pueden permanecer o retornar a su país, al tiempo que las personas beneficiadas estarán eximidas del pago de las tasas migratorias atendiendo la crisis que atraviesa Ucrania.