INVESTIGAN MALA PRAXIS

Ingresó para una ligadura de trompas, terminó con un trasplante de corazón y le amputaron una pierna

Alison Calfunao, de 30 años, fue sometida a una cirugía ginecológica de rutina pero durante la intervención sufrió dos paros cardíacos, atravesó varias derivaciones médicas, perdió una pierna y necesitó un trasplante urgente de corazón.

Ingresó para una ligadura de trompas, terminó con un trasplante de corazón y le amputaron una pierna

Una cirugía de ligadura de trompas casi termina en tragedia para Alison Calfunao, una joven de 30 años oriunda de la provincia de Neuquén, que sufrió dos paros cardíacos durante la intervención, estuvo al borde de la muerte y debió ser trasplantada de urgencia. Además, una trombosis obligó a los médicos a amputarle una pierna.

Lo que debía ser un procedimiento ginecológico habitual se convirtió en un drama médico sin precedentes para

Alison Calfunao, una mujer de 30 años de la ciudad de Neuquén. Ingresó a la Clínica San Lucas, el 9 de junio pasado, para realizarse una ligadura tubaria, pero en plena operación sufrió dos paros cardíacos. La situación se agravó rápidamente y, con el paso de los días, su cuadro derivó en una trombosis que obligó a amputarle una pierna. Solo un trasplante de corazón pudo salvarle la vida.

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La cirugía inicial no presentaba mayores riesgos, en teoría, porque se trata de una intervención común, breve, y con bajo nivel de complicaciones. Sin embargo, algo falló. A raíz de lo ocurrido, Alison fue derivada primero a la Clínica San Agustín y luego a la Clínica Pasteur, donde estuvo conectada durante varios días a un sistema ECMO, una tecnología que brinda soporte vital en casos de insuficiencia cardíaca o respiratoria severa.

Pese al sostén mecánico, la salud de Alison volvió a deteriorarse. Una infección provocó una trombosis severa que obligó a amputarle una pierna. Ya con el corazón artificial funcionando, fue derivada de urgencia al Hospital Italiano de Buenos Aires, donde el equipo médico logró frenar la infección y, finalmente, realizar el trasplante que le salvó la vida.

El operativo para trasladarla desde Neuquén fue posible gracias a la solidaridad de vecinos del barrio Unión de Mayo, donde vive la familia Calfunao. Un video grabado por Gustavo Ancafil, presidente de la comisión vecinal, circuló rápidamente en redes sociales y motivó una campaña para costear el viaje y los tratamientos. La respuesta comunitaria fue inmediata.

La noticia esperada llegó el lunes 16 de junio cuando se consiguió un corazón compatible. La cirugía se realizó al día siguiente. Desde entonces, Alison se recupera en Buenos Aires, acompañada por sus familiares.

El pedido de Justicia de la familia

Mientras tanto, la familia exige respuestas. Hasta el momento, no recibieron explicaciones claras por parte del equipo médico que realizó la operación inicial. Por eso, la Fiscalía de Delitos contra las Personas de Neuquén ya tomó intervención y solicitó las historias clínicas a todos los centros médicos que atendieron a la joven.

El caso generó conmoción no solo por la gravedad del desenlace, sino también porque pone en debate la atención médica en procedimientos considerados “menores”.

Cómo es la intervención a la que se sometió Alison

La ligadura de trompas es una intervención simple que busca impedir embarazos de manera permanente. Se realiza con anestesia general o local, dura entre 30 y 60 minutos, y la recuperación suele completarse en 48 a 72 horas.

Puede realizarse mediante laparoscopía —introduciendo una cámara e instrumentos para bloquear las trompas de Falopio— o durante una cesárea, aprovechando la apertura quirúrgica ya existente. En ambos casos, se trata de una práctica extendida y con bajo nivel de riesgo cuando se lleva a cabo en condiciones adecuadas.

El Ministerio de Salud de la Nación sostiene que, tras una ligadura tubaria, la persona continúa ovulando y menstruando normalmente, sin cambios en la vida sexual. Por eso, lo ocurrido con Alison es considerado un caso extremo. Aunque muy poco frecuentes, estas complicaciones revelan la importancia de garantizar prácticas seguras, protocolos firmes y responsabilidad profesional en cada paso del sistema de salud.

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