"Estamos actualmente en una situación de rezago frente a otros países de la región y del mundo, sobre todo en lo que refiere a la licencia por paternidad o para progenitores no gestantes", dice a A24.com Delfina Schenone Sienra, socióloga y responsable del área de políticas del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA). Y agrega: "Esta propuesta es de avanzada".
Según ELA, en la actualidad solo la mitad de quienes trabajan en mercado laboral solo recibe una licencia cerca de el 51% de las trabajadoras y el 47% de los trabajadores.
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Según ELA, en la actualidad solo la mitad de quienes trabajan en mercado laboral solo recibe una licencia cerca de el 51% de las trabajadoras y el 47% de los trabajadores.
Licencias por maternidad y paternidad: ¿Qué cambiará con la nueva ley?
Hasta ahora cuando llega un nuevo integrante a la familia las madres o personas gestantes tienen 90 días de licencia. El proyecto prevé ampliarlos 126 días, que es lo que recomienda la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El rol del padre o la persona que acompaña a la madre y el recién nacido durante las primeras semanas es vital. Sin embargo, las leyes aún no acompañan esos encuentros. Ahora los nuevos padres cuentan con dos días libres con goce de sueldo inmediatamente seguidos a la fecha del nacimiento. Es decir que, si el bebé nace un fin de semana, ni siquiera se le computan.
El proyecto prevee cambios en dos etapas. En la primera el beneficio pasaría de los 2 a los 15 días. A partir de eso habría un aumento gradual cada dos años hasta llegar, en 8 años, a un total de 90 días. Es decir, lo que hoy rige para las madres. Actualmente esos dos días ni siquiera son obligatorios. El proyecto contempla que sí lo sean.
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El proyecto sobre licencias de maternidad y paternidad "busca cerrar brechas de género, favorecer la corresponsabilidad social de los cuidados, que significa que se redistribuya el trabajo de cuidados entre varones y mujeres", dice la socióloga Delfina Schenone Sienra del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA).
Además la licencia será intransferible y estará a cargo de la seguridad social. Esto es importante porque, hasta ahora, quienes no están en relación de dependencia muchas veces no pueden dejar de trabajar esos días ya que para subsistir dependen de los ingresos que generan.
"Esto representa un avance importante en materia de derechos para toda la población, en tanto comprende a quienes reciben cuidados y a quienes cuidan" dice Schenone. Según la integrante de ELA el proyecto "busca cerrar brechas de género, favorecer la corresponsabilidad social de los cuidados, que significa que se redistribuya el trabajo de cuidados entre varones y mujeres".
¿Quiénes podrían incorporarse a las licencias?
El proyecto amplía el beneficio a:
- Empleadas de casas particulares
- Monotributistas y autónomos.
- Quienes realizan trabajo agrario
- Empleados de la administración pública.
En esos casos recibirían el equivalente al salario mínimo vital y móvil. "Es importante que se compromete una parte del presupuesto de obras públicas en avanzar con mayor infraestructura de cuidados. Tenemos grandes déficits, sobre todo para la primera infancia, hasta los 3 años de vida. Ahí la oferta es muy escasa", explica Schenone.
Este déficit implica que muchas mujeres no puedan conciliar su trabajo con responsabilidades de cuidado y tengan que resignar ingresos y oportunidades.
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¿Qué pasa en otros países?
El informe "La maternidad y la paternidad en el trabajo" de la OIT abarca las leyes de 185 países del mundo. Con 12 semanas de licencia por maternidad, Argentina está por debajo de las 14 que recomienda ese organismo.
Uruguay, Paraguay, Bolivia, Perú, México y Estados Unidos también otorgan entre 12 y 13 semanas. Con una salvedad: en Estados Unidos esta licencia es sin goce de sueldo, es decir que no se paga. Mientras que Brasil y Canadá permiten tomar entre 14 y 17 semanas. En Chile y Cuba son18 semanas o más.
Respecto de Europa, ninguna nación baja de los tiempos que aconseja la OIT. España, Portugal, Francia, Alemania, Bélgica, Suiza, Suecia y Grecia están entre los países que también habilitan de 14 a 17 semanas. Mientras que Italia, Reino Unido, Finlandia, Noruega, Dinamarca y Rusia dan el beneficio por 18 semanas o más.
En la región Argentina está entre los que menos días otorga a los nuevos papás. Bolivia otorga 3 días. Chile, Brasil y México, 5. Y Uruguay, 13.
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Licencias por maternidad y paternidad: ¿Qué otros casos contempla el nuevo proyecto de ley?
La iniciativa incorpora situaciones que hasta ahora están desprotegidas. Entre ellas:
- Nacimientos con enfermedades crónicas
- Nacimientos múltiples.
- Bebés prematuros, donde las licencias se extenderían 30 días más.
Además incorpora las adopciones, cuando la norma actual no otorga ese beneficio.
- En caso de concretarse la adopción otorga 90 d
- Permite tomar de 2 a 12 días por año para visitar al niño o niña que se busca adoptar.
También legisla sobre los tratamientos de fecundación asistida.
- Los cónyuges o convivientes de personas que se practiquen técnicas de fertilidad tendrán de 2 a 6 días para acompañarlos.
¿Qué ley rige hoy para las licencias por maternidad y paternidad?
Los tiempos actuales surgen de la Ley de Contrato de Trabajo, la principal norma laboral para el sector privado. La norma aplica para quienes están en relación de dependencia.
Según la integrante de ELA las licencias actuales refuerzan la desigualdad: hacen que las tareas de cuidado se vuelquen mucho más hacia las mujeres. Y atentan contra una idea que hay que hacer crecer: la del cuidado compartido.
En el caso de los padres o acompañantes de la persona gestante, estar en casa durante un tiempo más prolongado les permite a los transitar el proceso sosteniendo a esa mamá que es el primer lazo con el bebé. Además, pueden disfrutarlo más: estar durante los baños, las visitas al pediatra, ver cómo cambia día a día.
¿Por qué es importante que haya cambios?
Según ELA la iniciativa oficial también incluye en la trama de cuidados a otros actores sociales: las organizaciones comunitarias, el Estado, las familias y el propio mercado. "Entiende al cuidado como un bien público y una responsabilidad social que debe ser compartida", explica Schenone.
Y agrega que los efectos positivos van múltiples sentidos: desde la mejora en la inserción laboral y los nivel de ingresos de las mujeres a que los varones se involucren más y mejor en la crianza. Esto mejoraría el cuidado y el desarrollo que reciben niñas y niños. Pero también los adultos mayores y las personas con discapacidad.
Todos nacemos frágiles, vulnerables. Y necesitamos que nos cuiden en algún momento de nuestra vida. También ser parte de una red que cuida a otros. "Esto es un paso sustantivo hacia una sociedad más justa. Busca que ese trabajo de cuidado no recaiga de manera desproporcionada en las familias y dentro de ellas en las mujeres".
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El proyecto de ley cambiaría las licencias de maternidad y paternidad mejorando la inserción laboral y los nivel de ingresos de las mujeres a que los varones se involucren más y mejor en la crianza. Pero también los adultos mayores y las personas con discapacidad.