Casa Rosada

Alberto Fernández espera el discurso de Cristina Kirchner en Chaco: ¿Se puede romper el Frente de Todos?

El Gobierno deslizan que la vicepresidenta busque irse de la coalición. En La Cámpora dicen que solo buscan un cambio económico.
Mariano Obarrio
por Mariano Obarrio |
El Presidente inauguró ayer empresas recuperadas en La Matanza con un discurso sutil
El Presidente inauguró ayer empresas recuperadas en La Matanza con un discurso sutil, pero espera a lo que ocurrirá hoy en Chaco

El Frente de Todos está pendiente de un discurso para saber si continúa unido o dividido. Tal es la debilidad política del presidente Alberto Fernández que todos los funcionarios de la Casa Rosada, incluido él, estaban este jueves a la espera del discurso que pronunciará la vicepresidenta Cristina Kirchner este viernes en Chaco. Algunos dramatizaban que ella podría romper el frente oficialista, pero el kirchnerismo lo desestimó, al menos por ahora.

“Lo que diga Cristina será clave para el futuro. Todos estamos esperando lo que diga en Chaco y algunos creen que rompe, pero no creo q sea tan irresponsable”, señaló un alto funcionario a A24.com. Cristina Kirchner hablará tras la entrega de un doctorado honoris causa de la Universidad Nacional del Chaco Austral. Se mostrará con el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, quien dice a quien quiera oir que va a ser candidato en 2023.

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La foto en sí misma será un desafío al Presidente, que anunció que buscará su reelección en 2023. Cristina Kirchner estará dando una señal de apoyo a la precandidatura de Capitanich, aunque todavía están en carrera por el Instituto Patria las postulaciones del ministro del Interior, Eduardo "Wado" De Pedro, la del gobernador Axel Kicillof, o la de ella misma. El dato es que no apoyará a Alberto Fernández.

El kirchnerismo no quiere tumbar al Presidente, sino al modelo

Tal como buscó instalar el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, el Presidente sospecha que la vicepresidenta podría buscar su renuncia anticipada del poder. O imaginaría un futuro en 2023 con una alianza oficialista partida en dos. Según pudo saber A24.com, el cristinismo no buscará forzar la renuncia de Alberto Fernández ni la fractura del Frente de Todos.

Sólo busca el cambio total de la política económica y el recambio del equipo económico que encabeza el ministro Martín Guzmán. También la vicepresidenta busca cargarse a los ministros de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y de Trabajo, Claudio Moroni, a los que el diputado Máximo Kirchner denominó como “los moronis” en tono peyorativo.

La línea argumental del kirchnerismo, según pudo saber A24.com, es que Kulfas es el autor intelectual de un modelo de exportación con salarios bajos en medio de la inflación. Y Cristina y Máximo impulsan un modelo de desarrollo, crecimiento y distribución del ingreso con salarios que le ganen a la inflación.

“Solamente es una discusión de modelos, no de familias ni de poder sobre quién manda en el Frente, como lo señaló Guzmán”, planteó un alter ego de Cristina Kirchner a A24.com. Los hipotéticos reemplazantes para Guzmán serían Augusto Costa, ministro de Producción bonaerense, Martín Redrado, Emmanuel Alvarez Agis, u otros candidatos desconocidos.

Cristina Kirchner obligó a Alberto Fernández a defender a Guzmán

El Presidente mantendrá a su ministro a rajatabla. A esta altura, Cristina lo obligó a morir con las botas puestas. Guzmán estuvo este jueves largo rato por la tarde en el despacho de Alberto Fernández en la Casa Rosada. “Repasaron la agenda y los pasos a seguir; será una semana clave la próxima en pleno viaje del Presidente a España, Alemania y Francia donde aquí pasarán cosas”, dijo un vocero oficial.

El 10, 11 y 12 de mayo se harán las audiencias públicas por los aumentos de tarifas en luz y gas, que el kirchnerismo podría bloquear con los funcionarios que les responden. El 10 comienza una marcha de la Unidad Piquetera de tres días, del interior a Plaza de Mayo. Y el 12 se anunciará el índice de inflación de abril del Indec.

En el Gobierno saben que rondará el 6%. “Seguirá alto, no tanto como marzo, pero sigue alto. Ojalá menos de 6. En mayo esperamos una baja ostensible, aunque no sabemos cuánto”, dijo un funcionario preocupado por esa foto.

Alberto Fernández no responderá ataques y le piden que eche a algunos

Guzmán estuvo el jueves con altos empresarios en el hotel Alvear y ratificó el rumbo, en otro mensaje a Cristina y Máximo Kirchner. Tiene aval del Presidente. Alberto Fernández decidió no responder al kirchnerismo y le dejó esa tarea al jefe del Gabinete, Juan Manzur, que avisó en el gabinete que “al que no le gusta el gobierno se va”, y al ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, que instaló la hipótesis del golpe institucional.

El Presidente hizo ayer un sutil contrapunto con el kirchnerismo cuando le dio la derecha a los movimientos sociales enfrentados con Cristina Kirchner, como el Movimiento Evita. "Hay que darle las herramientas a la economía popular para que siga creciendo, porque llegó para quedarse", dijo Alberto Fernández al inaugurar empresas recuperadas en La Matanza.

Los ministros albertistas mas duros, como Kulfas, Juan Zabaleta (Desarrollo Social), Claudio Moroni (Trabajo), y Gabriel Katopodis (Obras Públicas), entre otros, propician que Alberto Fernández comience a mostrar los dientes. ¿Qué significa eso? “Hay que sacarles de a poco las ‘cajas’ a La Campora. Ellos controlan la Anses y el PAMI. Controlan el 70% del presupuesto nacional. ¿Y nos tiran piedras?”, dijo un vocero.

“Si no les gusta el gobierno que se vayan. Si Cristina Kirchner o Wado De Pedro quieren hacer campaña para presidente y tienen derecho, pero no vamos a financiarles la campaña con las cajas, ni a sus 20 mil empleados orgánicos en el Estado”, señaló uno de los funcionarios enfurecidos.

La ruptura no le conviene ni al Presidente ni a la vicepresidenta

El Presidente no se decide a jugar fuerte. Ninguno quiere romper el Frente. Pero no se descarta una fractura. A esta altura hay factores imponderables que nadie controla. Alberto Fernández no quiere la ruptura porque quedaría su gobierno quedaría en franca debilidad. Cristina no quiere fracturar, porque sus hombres y mujeres se tendrían que ir del Estado y del manejo de presupuestos. La peor traición para un peronista es el llano.

“Ninguno tiene intención de romper, pero en estos procesos hay contingencias. Muchas veces un hecho no esperado desencadena la ruptura, nadie sabe, hay veces que se sale todo de control”, señalan en La Cámpora.

“Guzmán se quedará en la gestión, sin contestar ni meterse en las luchas del poder por quien manda en la coalición”, dijo un funcionario que lo frecuenta. “Es mentira lo que dijo Maximo Kirchner que tergiversó sus declaraciones. Guzmán dijo que no disputa poder con Cristina, pero sí con los empresarios”, agregó.

Guzmán se siente fortalecido por los ataques de la vicepresidenta

En las tiendas de Guzmán están convencidos de que los ataques de la vicepresidenta lo fortalecen frente a los empresarios y frente al resto del arco político, que termina prefiriendo su continuidad a un recambio incierto por una figura impredecible. “Es contraproducente para ella. Cristina obliga a Alberto a mantener a Guzmán en el cargo, y lo peor que ahora lo apoya hasta la oposición”, interpretó un funcionario de la Casa Rosada.

“Guzmán no quiere salarios bajos, sino que se recuperen. Pero también sabe que no hay que aislar la economía y abrirla lo suficiente”, señalan en su entorno.

Las declaraciones de Andres “Cuervo” Larroque, que dijo que el Presidente “se quiere apropiar del Gobierno” cayeron como “insultantes” en la Casa Rosada. Larroque nunca fue vocero de la vicepresidenta, no se exponía en los medios, pero ahora habla en cadena nacional por todos los medios. Ese dato fue anotado en el entorno presidencial.

Ahora, desconfían de la moderación de Wado De Pedro

También toman nota de la moderación del ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro. Pero no le confían. “Si Wado fuera moderado, los demás le dirían que es un traidor, porque para eso son rápidos. Es obvio que Cristina le ordenó ser el ‘bueno’ y que Larroque sea el ‘malo’”, dijo un albertista.

Por eso, el Presidente designó a su policía ‘malo’ que es el ministro de Seguridad. Aníbal Fernández dijo que “al Presidente no lo van a apretar con declaraciones estúpidas”. Al día siguiente señaló: “No tengo claro si quieren voltear o no al Presidente. Ojalá que no, porque si es así termina todo para el carajo”, señaló en tono menos académico. Estaba denunciando lisa y llanamente un golpe de Estado.

Gestiones varias para bajar los decibeles frente al discurso de Chaco

A la espera del discurso de hoy de Cristina Kirchner, no sólo Sergio Massa hizo de mediador este miércoles entre la vicepresidenta y el Presidente. “Hubo gestiones varias en las últimas 48 horas, pero más reservadas, para bajar los decibeles, pero lo del Cuervo fue insultante”, señaló un albertista puro y duro.

Cristina Kirchner le dio argumentos a Aníbal Fernández en su denuncia sobre la desestabilización al Presidente, porque ella insinuó que es necesario tener “legitimidad de gestión” más allá de “la legitimidad de origen”. Es una discusión institucional a la cual la vocera presidencial, Gabriela Cerruti, contestó: “No discutimos la Constitución”.

En la Casa Rosada y en el kirchnerismo conjeturan sobre el discurso de Cristina Kirchner hoy en Chaco. “Puede ir por el lado de la democracia real y la democracia formal, el poder real o el formal, como viene diciendo”, dicen en Balcarce 50.

“No sabemos si hará un discurso con referencias elípticas en medio de párrafos aparentemente desvinculados de la coyuntura. O si irá a fondo. Nos inclinamos por lo primero”, decían en el campamento cristinista.

Un funcionario del Presidente se lamentó ante A24.com: “Esto es una tragedia, nos rompe las pelotas. Quien gane en 2023, tendrá un crecimiento a tasas chinas, un acuerdo con el Fondo y la pandemia controlada. Y nosotros la podríamos mirar de afuera y nos tenemos que comer este garrón”.