Violencia de Género

Lucía: la historia de una violación, maltrato y recuperación

Durante el 2020 se reportaron más de 100 mil llamadas al 144 por violencia de género. El 95% de las mujeres dice haber sufrido violencia psicológica, Lucía es una de esas mujeres, te contamos su historia.
Kristel Freire
por Kristel Freire |
Lucía: la historia de una violación, maltrato y recuperación

Lucía pinta. Hace trazos rojos y amarillos, es buena. Se ríe. "No te voy a contar una historia de golpes, porque él jamás me golpeó, es decir, sí fue violento, pero no tanto". Tiene toda la vida en las manos. Pareciera intacta, pero tras su personalidad de 'viva la vida' hay heridas. Duele, y lo expresa en su arte.

"Él no respetaba cuando le decía que no quería tener relaciones", suelta, mientras sigue con su vida. Ella quería hablar de cómo él la humilló y no solo él sino el sistema, porque cuando fue a poner la denuncia, los oficiales se burlaron de su caso. "Se burlaban porque no había golpes, decían 'pon que el chavón no llega a casa temprano' y así, fue horrible y doloroso, yo recién después de años me había dado cuenta de lo que estaba pasando y a ellos no les importaba".

El caso de Lucía no es aislado. El 95% de las mujeres admite sufrir algún tipo de comportamiento violento por parte de sus parejas. Y no siempre es de golpes. Y a veces es físico y no se enteran.

violencia de genero estadisticas.png

Los Datos de violencia de género en Argentina

Según un estudio del Observatorio de Datos de la Fundación Conocimiento Abierto, durante el 2020 se reportaron 108.403 contactos a la línea 144 por violencia de género. Además, se descubrió que la mitad de los femicidios en Argentina son realizados por parejas o exparejas de la victima.

El psicólogo clínico colombiano, Luis Eduardo Peña, especialista en ansiedad, depresión y problemas de pareja, explica que las relaciones donde la víctima no puede dejar al victimario no hay amor, hay un vínculo cimentada en la dependencia y la sumisión en la violencia psicológica. La víctima ha sufrido tanto tiempo un menosprecio a su imagen que le dio el poder a su pareja de decidir quién es ella.

“Esta inseguridad sobre sí misma y las dudas sobre su valía como persona, hacen que la víctima no se sienta con la fuerza y la determinación necesarias para abandonar a su agresor”, afirma el especialista.

Embed

"Él me revisaba todo, y me alejó de mis amigos, no quería que saliera con nadie que no fuera él y su círculo, y su círculo era malo. Se drogaban, y yo no quería estar allí. Pero estaba enamorada. Él me decía que yo no servía para el arte, que tenía que estudiar algo que me diera de comer y no cosas como esta", dice mientras pinta.

Lucía recién puso la denuncia de violencia tres años después de terminar la relación, y porque él, a pesar de estar separado, seguía chantajeándola con su hijo. Seguía ejerciendo presión sobre ella. Según Peña, lo que sucede con estas víctimas es similar al conocido Síndrome de Estocolmo, el vínculo traumático explica por qué la víctima llega a manifestar por su victimario sentimientos de proximidad e incluso cariño. "Yo creía que lo podía salvar", afirma Lucía, entendiendo "salvarlo" era algo que escapaba de sus manos.

¿Por qué las mujeres se quedan en relaciones violentas?

Sabina Veza Villanueva, consultora del Programa Nacional contra la Violencia Familiar y Sexual en Perú, escribió un estudio sobre por qué las mujeres permanecen en relaciones de violencia. Consideró dos factores de violencia: el cíclico y el de intensidad creciente.

violencia-de-genero.jpg

El factor cíclico de la violencia de género comprende tres fases:

  • Primera fase: denominada fase de la acumulación de tensión, en la cual se producen diversos episodios que llevan a roces permanentes entre los miembros de la pareja, con un incremento constante de la ansiedad y la hostilidad.
  • Segunda fase: denominada episodio agudo, en la cual toda la tensión que se había venido acumulando da lugar a una explosión de violencia que puede variar en su gravedad, desde un empujón hasta el homicidio.
  • Tercera fase: denominada “luna de miel”, en la que se produce el arrepentimiento, a veces instantáneo por parte del hombre, dándose un pedido de disculpas y la promesa de que nunca más volverá a ocurrir. Al tiempo vuelven a recomenzar los episodios de acumulación de tensiones, y el ciclo se vuelve a iniciar

El factor de escalada de la violencia de género se comprende de dos momentos: violencia verbal y violencia física.

"La violencia empieza de una manera sutil, toma la forma de agresión psicológica. Consiste en atentados contra la autoestima de la mujer. El agresor la ridiculiza, ignora su presencia, no presta atención a lo que ella dice, se ríe de sus opiniones o sus iniciativas, la compara con otras personas, la corrige en público, etc. Estas conductas no aparecen en el primer momento como violentas, pero igualmente ejercen un efecto devastador sobre la mujer, provocando un progresivo debilitamiento de sus defensas psicológicas", afirma.

Las mujeres que están pasando por violencia psicológica son mucho más propensas a sufrir violencia física sin que se den cuenta, como el caso de Lucía, que todavía no ha terminado de asimilar la violación que sufrió por parte de su ex pareja.

"En un segundo momento, aparece la violencia verbal, que viene a reforzar la agresión psicológica. El agresor insulta y denigra a la mujer, la ofende, la llama “loca”; comienza a amenazarla con agresión física, con matarla o suicidarse. Va creando un clima de miedo constante. La ridiculiza en presencia de otras personas, le grita y la acusa de tener la culpa de todo", describe Veza.

Este clima de miedo constante genera ansiedad en la víctima quien se cree culpable de lo que sucede con su victimario. "Él me decía que yo lo ponía así, que era mi culpa que se enojara, pero también me decía que si yo no estaba su vida se desequilibraba. Yo sentía que era un amor apasionado", cuenta Lucía.

"A continuación comienza la violencia física. Él la toma del brazo y se lo aprieta; a veces finge estar “jugando” para pellizcarla, producirle moretones, tirarle de los cabellos, empujarla, golpearla. En algún momento, le da una cachetada con la mano abierta, después siguen las patadas y las trompadas. Comienza a recurrir a objetos para lastimarla. En medio de toda esta agresión, le exige tener contactos sexuales y a veces la viola cuando está dormida", concluye.

¿Qué hacer para salir de una relación violenta?

Las mujeres en situación de violencia, sea psicológica o física, deben recibir ayuda profesional. Según el psicólogo Luis Eduardo Peña, si ella no recibe ayuda profesional lo más probable es que regrese pronto con su agresor, pues se siente cansada, sola y sensible.

Estrategias de desprendimiento

  • Enfrentar al agresor y plantarle cara.
  • Reflexionar y cuestionar lo que les está pasando.
  • Solicitar ayuda.
  • Escuchar y tener en cuenta otras perspectivas.
  • Dejar de creer al agresor.
  • Planificar la huida.
  • Separarse o distanciarse de él.
  • Iniciar acciones legales.

Recordá que si estás viviendo violencia de género podés comunicarte con el 144 para que te asesoren.

Se habló de