Historias

Murió "El entrerriano" Oscar, mítico fundador de la parrilla "Los Talas" de José León Suárez

Empezó con un puesto de choripanes y llegó a cocinar 408 lechones para una Navidad. La historia del hombre que armó un verdadero emporio de la carne asada.
El Entrerriano Oscar Bopp

El Entrerriano Oscar Bopp, creador de la parrilla Los Talas en José León Suárez.

Oscar Bopp tenía 76 años y había creado una parrilla histórica en José León Suárez, “Los Talas del Entrerriano”. “No hay palabras para describir los momentos que estamos atravesando en la familia de 'Los Talas del Entrerriano'”, escribieron en la cuenta de Instagram del restaurante. Y a continuación hay cientos de mensajes de sus clientes más fieles, aquellos que iban al enorme quincho en donde se asaban varios costillares por día.

"Creo un emblema para los que somos de la zona. Tengo una foto con mi papa y el de chico. Leí su historia varias veces y es realmente un ejemplo. Venir del campo a laburar de empleado por dos mangos a crear lo que hizo!"

"Desde chica que acompañamos su crecimiento y él nos acompañó con sus asados".

"Qué dolor, siempre tan atento con nosotros en la barra en estos 28 años que vamos. Se va extrañar verlo por ahí".

Oscar siempre estaba ahí, con su boina y su acento nativo, ese que no había perdido a pesar de que llevaba más de 50 años en Buenos Aires. A quien quisiera escuchar contaba historias de sus orígenes y también de su récord histórico, en una navidad en la que vendió 408 lechones. "Salieron todos perfectos, ni quemados ni crudos", se ufanaba.

La historia de Oscar Bopp, "el entrerriano"

En los años 80, Oscar Bopp comenzó con un pequeño puesto de choripanes al paso que se terminó convirtiendo en un emporio del asado. El puesto original tenía un objetivo claro: “satisfacer el paladar y el estómago de quienes aman comer carne cocinada a las brasas y en cantidad, con espíritu criollo y bien argentino”.

Pero su historia empezó a escribirse mucho antes. Había nacido en Nogoyá, Entre Ríos. "Me crié pobre", decía siempre. Trabajó como peón desde los 10 años y llegó hasta tercer grado.

A Buenos Aires llegó en los años 70, con 25 años. Quiso buscar trabajo pero no lo tomaban, porque siempre ponía que tenía hasta tercer grado completo. Su cuñada lo convenció de que pusiera que tenía hasta quinto grado y así pudo entrar a una fábrica textil. "Nunca llegué tarde en diez años", decía Oscar cada vez que le preguntaban por su primer trabajo.

Al mismo tiempos vendía querosén y también ayudaba en unas quintas verduleras en la zona de José León Suárez Ese fue el origen para el puesto de choripanes, abajo de unos Talas. Vendía 3 kilos de chorizos y dos kilos de pan cada día. Y así, de a poco, fue forjando un verdadero emporio.

Desde entonces fue comprando algunos terrenos de la zona hasta llegar a armar el quincho actual, ubicado en la calle Juan Manuel de Rosas, en una esquina que conocen todos en el barrio. Además de clientes, están acostumbrados a indicar dónde queda "El entrerriano" para los que vienen de otros lugares.