Un árbitro de la Liga de Ischillín de fútbol amateur, en el norte de la provincia de Córdoba, resultó gravemente herido tras ser agredido por un jugador de Peñarol de Chuña durante un partido. El hecho de violencia quedó registrado en un video.
Un árbitro de la Liga de Ischillín de fútbol amateur, en el norte de la provincia de Córdoba, resultó gravemente herido tras ser agredido por un jugador de Peñarol de Chuña durante un partido. El hecho de violencia quedó registrado en un video.
La agresión se dio en el marco de un partido que se desarrollaba con normalidad en la cancha de La Franciscana, en San Francisco del Chañar, y en el que se enfrentaba a Peñarol de Chuña.
El encuentro estaba 1 a 0 a favor del equipo local, cuando a los 41 minutos del segundo tiempo el jugador Pablo Contreras reclamó por una falta que le cobraron en su contra, y mientras el árbitro Carlos Saire estaba por mostrarle la tarjeta amarilla, el futbolista le dio un cabezazo que dio de lleno.
El árbitro quedó tendido en el piso, inconsciente y debió ser asistido en el campo de juego. Luego fue trasladado al hospital local y finalmente a un centro de salud de San José de la Dormida, donde le realizaron los estudios correspondientes.
"Estuve muy mareado, perdí el conocimiento. Me hicieron atención en Chañar y me llevaron a (San José de la) Dormida para unas placas. Aparentemente está todo bien. Me cortó el labio por dentro y por fuera", contó el árbitro en diálogo con Radio Comunitaria La Plaza.
En tanto, Contreras, de 38 años, fue detenido por la policía cuando se retiraba del lugar tras finalizar el partido. El futbolista fue trasladado a la sede policial local y puesto a disposición de la fiscalía interviniente, que dispuso imputarlo por "lesiones leves".
El periodista Lucas Cornejo, quien se encontraba en el lugar, explicó en diálogo con El Doce que el partido “estaba tranquilo” y que la agresión ocurrió “fuera de contexto”. Agregó que, según los jugadores de Peñarol de Chuña, el árbitro había insultado al jugador.
Por su parte, el árbitro sostuvo todo lo contrario: “En ningún momento insulté al jugador. En la expulsión me pide una falta y cuando giro, él me insulta. Me vuelvo para expulsarlo y me mete el cabezazo, no hubo nada más”.