Ante la pandemia del coronavirus y las crisis socioeconómica suscitada tanto a nivel mundial como nacional, en lo que se refiere al sector agropecuario tenemos que tener, al menos, una doble mirada:
Ante la pandemia del coronavirus y las crisis socioeconómica suscitada tanto a nivel mundial como nacional, en lo que se refiere al sector agropecuario tenemos que tener, al menos, una doble mirada:
1- Frenar el ingreso de divisas cortando las exportaciones, aumentará la crisis económica, a través del incremento del déficit, la emisión monetaria sin respaldo y la consecuente espiral inflacionaria.
2- Detener el abastecimiento de materias primas en el ámbito local atentará contra la seguridad alimentaria, con el consiguiente agravamiento de la crisis social y sus posibles consecuencias en la seguridad interior.
En el primer caso hay que estudiar la cadena de movimientos físicos desde su lugar de producción a los puertos o a la industria y luego a los puertos (granos y sus subproductos, carnes, etc...).
En el segundo caso hay que estudiar la cadena de movimientos de las materias primas y los productos elaborados tanto desde y hacia los lugares de producción, como a la industria y desde esta a las cadenas de venta mayorista y minorista (carnes, lácteos, frutas, hortalizas, harinas y aceites, etc...).
Frenar toda la cadena de transportes generará pérdidas de ingreso de divisas y desabastecimiento.
Teniendo claro lo apuntado precedentemente habrá que pensar en medidas que a la vez cumplan con dos objetivos: frenar la propagación del virus y evitar el crack económico y el desabastecimiento alimenticio. Máxime si se desconoce el tiempo de cuarentena necesario para que sea efectiva.
Los trabajadores rurales, transportistas, obreros de plantas de industrias alimenticias, mercados concentradores, puertos, cadenas de distribución, etc.. .están involucrados en la emergencia y deben ser considerados como servidores públicos dado la situación.
Debe priorizarse entonces un sistema de testeo de temperaturas en estos sectores de la población, respetando la instrucción de que los mayores de 60 años, por ser el núcleo de mayor riesgo, queden exceptuados de prestar funciones o trabajar en dichos sectores.
Estos sistemas de control deben realizarse en los peajes para el transporte, pero también en el ingreso de personal en plantas, mercados, puertos, etc...
Debe apoyarse inmediatamente al sector privado para la compra de quits de testeo.
Tomemos un ejemplo para dimensionar el problema. Si no se transporta maíz para alimentar a los pollos, los pollos mueren o se faenan anticipadamente, empieza el desabastecimiento en almacenes, carnicerías y supermercados, la gente no consigue sustitutos proteicos y pueden comenzar a vivirse situaciones no deseadas donde el remedio sea peor que la enfermedad.
Hay que evitar este tipo de situación, tomando como referencia lo actuado en países con resultados efectivos. Generar divisas y abastecerse son necesidades vitales de nuestra nación. No podemos ignorarlo.
El autor fue Subsecretario de Mercados Agropecuarios.