Entre las funciones más sobresalientes de una stablecoin se encuentra que protegen contra el precio volátil de las criptomonedas. Esto debido a que una de las principales críticas hacia las criptodivisas es su volatilidad, por lo que los opositores a ellas creen que no se pueden usar diariamente.
Por esta razón, se crearon las stablecoins, pues ellas pueden acelerar la aceptación de las criptomonedas. Además, facilitar las cosas como pedir préstamos, ahorrar, entre otras cosas.
Asimismo, protegen contra la caída de los precios, es decir, funcionan como un método de protección contra las fluctuaciones del tipo de cambio.
En cuanto al futuro de las stablecoins, analistas apuntan a que tienen una función limitada y se centran principalmente en el corto plazo. Debido a que aún se encuentran vinculadas a las monedas fiduciarias como el euro y el dólar. Esto significa lo contrario a la idea de una moneda digital descentralizada como el Bitcoin. No obstante, a corto plazo, podría representar una solución para comerciantes de criptomonedas.
Pues, pese a que en un principio fue ideada para proporcionar a los traders una herramienta efectiva para administrar el riesgo, las aplicaciones de las stablecoins se extienden mucho más allá del trading. Son una herramienta poderosa que podría fortalecer el espacio de la criptomoneda en su conjunto, sirviendo en casos de uso donde las alternativas volátiles no son ideales.