El 28 de abril de 2022, el Presidente Alberto Fernández estableció la habilidad de la Casa de la Moneda para emitir una Central Bank Digital Currency (CBDC), la cual estaría avalada por el Banco Central.
El 28 de abril de 2022, el Presidente Alberto Fernández estableció la habilidad de la Casa de la Moneda para emitir una Central Bank Digital Currency (CBDC), la cual estaría avalada por el Banco Central.
En palabras muy simples, una CBDC es la evolución digital y criptográfica de una moneda fiat como el peso argentino o el dólar. Pero a diferencia del resto de criptomonedas como Bitcoin (BTC), las CBDC son activos centralizados pues están controlados por el gobierno de un país y su Banco Central.
El Decreto 297/2022, que fue publicado en el Boletín Oficial, le entrega la facultad a la Casa de la Moneda, entre otras cosas, de validar y certificar digitalmente el peso digital. Si a esto le sumamos que la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) espera evitar que las criptomonedas se conviertan en instrumentos facilitadores de la evasión, la llegada de una CBDC se ve bastante cerca.
Al analizar el decreto publicado en el Boletín Oficial, se estipula que la Casa de la Moneda podrá procesar e intercambiar los datos de las cuentas digitales de los argentinos, lo que será posible gracias a que este organismo vendría a ser el encargado de habilitar las plataformas para las transacciones y la transmisión de servicios.
Pero como es habitual en el entorno crypto, las Central Bank Digital Currencies generan posiciones opuestas.
Por un lado, gracias a su propia CBDC los países son capaces de modernizar los pagos y reducir los costos de impresión del dinero, lo cual puede alcanzar hasta el 1,5% del PIB nacional.
No obstante, para Ismael Lofeudo, abogado especializado en crypto, en Argentina “la AFIP, la UIF y el Banco Central tendrían un control más detallado de las tenencias de dinero de todos los ciudadanos, y de todas las operaciones económicas”.
Efectivamente, con las CBDC los organismos gubernamentales podrían embargar o confiscar -mediante una orden- el dinero de las personas si es que su código está programado de tal forma. Por lo mismo, el control sería ejercido por aquellas instituciones y no por los usuarios de la criptomoneda.
Hace un tiempo, explicamos que las stablecoins como Tether (USDT) o USD Coin (USDC) entregan mayor autonomía a sus usuarios, a pesar de su centralización. De todos modos, existen otros proyectos como Terra (LUNA) que permiten operar con distintas monedas estables ancladas a los precios del dólar, el euro o el won surcoreano, que son un poco más descentralizadas.
Inclusive en Argentina, el proyecto nuARS ha creado una criptomoneda atada al peso argentino. Con ella, las personas podrán pedir préstamos, realizar transferencias y generar ahorros con tasas de interés muy superiores a las que ofrece el sistema bancario tradicional.
Al conversar con A24.com, Numa, el economista argentino parte de Zeitgeist, aclara que “las stablecoins representan un gran recurso para personas que viven en contextos de alta inflación y buscan un respaldo ante la periódica pérdida de valor de la moneda”.
De todas maneras, estamos ante una tendencia que se ve en distintas partes del mundo. Por ejemplo, además de Estados Unidos, China o la Unión Europea, otro país de Latinoamérica que ya está trabajando en su propia Central Bank Digital Currency es México, que espera lanzarla en los próximos tres años.
Como vemos, emitir una CBDC trae consigo ventajas y desventajas, al mismo tiempo que profundiza en el dilema sobre la centralización de la economía.