Con las sanciones a Rusia y la caída del valor en las monedas oficiales de ambos países, el uso de criptomonedas resultó una manera de eludir bloqueos y combatir la inflación.
Con el avance del enfrentamiento entre Rusia y Ucrania, llegaron las sanciones económicas para el país que lidera Vladimir Putin. En ese escenario, cobró fuerza el uso de criptomonedas como una manera de eludir bloqueos y combatir la inflación por la caída del rublo ruso, lo que preocupó a los sectores más tradicionales de la economía mundial.
Sin embargo, para el ecosistema crypto sirvió para demostrar el poderío de las finanzas descentralizadas, su utilidad y aplicación, y sobre todo para destacar que se encuentran absolutamente fuera del alcance de cualquier gobierno u organismo financiero que busque controlar las transacciones.
Por lo tanto, desde algunos sectores, observan la progresión de la guerra no sólo como una cuestión de geopolítica, sino también para considerar el avance y consolidación del movimiento crypto alrededor del mundo.
El conflicto bélico en Rusia y Ucrania llevó al sector financiero global directo a la incertidumbre y se sucedieron días de mucha volatilidad en la mayoría de los activos más buscados por los inversores, incluidas las criptomonedas.
En diálogo con A24.com, Damián Di Pace, economista y director de Focus Market, explica que “en un contexto donde se devalúa el rublo ruso y pierden poder transaccional las monedas de los países en guerra, por primera vez en un conflicto bélico, las criptomonedas se están convirtiendo en un activo no sólo de refugio de valor, sino transaccional, sustituto de la moneda fiat”.
Al respecto, aporta Federico Goldberg, CEO de Tienda Crypto, se observan dos emergentes interesantes en este conflicto. “Por un lado, Ucrania habilitando vías de depósito de criptos para donaciones (y hasta rumores de Airdrops); y por el otro, se especula que, ante la imposibilidad de las cuentas rusas de usar el SWIFT, éstas podrían volcarse hacia criptos 100% descentralizadas, como BTC o ETH”.
Para Manuel Beaudroit, fundador y CEO de Belo, quien charló con A24.com durante la presentación de su nueva tarjeta Mastercard en el Planetario de Buenos Aires, indicó que “lo que vemos ahora, de alguna manera, es como los gobiernos muestran el control que tienen sobre los sistemas centralizados”. Sin embargo, aclara, “no es una alabanza a las criptomonedas en sí, sino que demuestra que se trata de una herramienta que no es susceptible al control de un gobierno y, sin duda, otra prueba de lo que las tecnologías pueden brindar”.
De todas formas, a primera vista, se observa un cambio en donde crypto emergió como una alternativa al sistema financiero tradicional a partir de los bloqueos de Swift a Rusia.
“Pueden pasar muchas cosas a partir de esto”, reconoce Emiliano Limia, Head of PR de Buenbit. “Es probable que se aceleren las regulaciones, puede también funcionar como disparador para la implementación de las CBDC, puede haber guerra de hackeos y hasta demonización”, sostiene. Pero, para bien o para mal, “las cripto con Bitcoin a la cabeza plantean un sistema global resistente a la censura y en el que no se necesita pedir permiso para realizar una transacción”, destaca.
Lo cierto es que, entre tanto movimiento, las criptomonedas se convirtieron en una alternativa de solución para muchos rusos y ucranianos. Sin embargo, también quedó en evidencia que se puede llegar a censurar un país por el uso de criptomonedas, y el mejor ejemplo fue la solicitud del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, a los exchange para bloquear transacciones desde wallets rusas y Binance apoyando estas restricciones.
“Es bien sabido que los mayores retenedores de criptomonedas están en Wall Street, China se ha cerrado a su uso y Rusia también podría hacerlo, lo que deja al descubierto que una economía no depende de las criptomonedas, a la vez que no hay liquidez suficiente en el ecosistema crypto para sustentar una potencia como la que lidera Putin”, expresa Benjamín Isaza, trader de BeInCrypto.
En ese sentido, el propio presidente ruso incentivó a que su población compre oro ruso en vez de criptomonedas ya que corren el riesgo de ser bloqueados en los exchange centralizados y dependientes de Estados Unidos. “La blockchain, aunque se considere descentralizada es un activo y siempre va depender de una entidad centralizada; incluso en el desarrollo de las blockchain hay API que también dependerán de un servidor centralizado”, reconoce Isaza.
Por su parte, Matías Bari, CEO de SatoshiTango, asegura que confían en que el carácter descentralizado de este mercado financiero hará lo suyo.“Mi expectativa es que en el mediano y largo plazo se verán mucho menos afectadas las cripto que los activos de empresas de la economía tradicional que, al estar anclados en gobiernos y economías productivas, pueden sentir el peso de este enfrentamiento en sus relaciones comerciales”, considera.
Además, agrega Bari: “La tesis de la creación de Bitcoin queda demostrada en este momento, en el acto de aislamiento de la red Swift. Así se comprueba lo importante que es que las criptomonedas sean descentralizadas”.
Lo que está ocurriendo, dice Emiliano Limia, tiene muchas ventajas, aunque también pone sobre la mesa alguna problemática, “como que las criptomonedas se conviertan en una herramienta usada por un dictador”.
De todas maneras, “me parece muy relevante el protagonismo de las cripto en los Estados y será muy interesante conocer la postura que tomen los organismos en materia regulatoria en base a estos hechos”.
Algo más moderado, Manuel Beaudroit, considera que “es algo pronto para definirlo como un evento de cisne negro en el mercado financiero, pero Rusia y Ucrania están usando los beneficios de crypto para afrontar la situación en la que están. Es una foto de dos caras de la misma moneda, del potencial de crypto y cómo se puede utilizar”.
Por último, añade Matías Bari, “la red global de transferencias a la que pertenece Bitcoin demuestra que es superior en cuanto a libertades individuales, ya que no debería existir la posibilidad de que un Estado bloquee o aísle a un individuo, separándolo de una red de transferencias internacionales”.
En definitiva, asegura, “la experiencia demuestra que estos momentos pueden ser oportunidades de negocios”. Sin embargo, recomienda, “como inversores hay que evitar dejarnos llevar por las emociones y miedos que no ayudan a la toma de decisión”.
