Historias

La historia de Luis Gómez-Escolar, el autor que puso a bailar a Iberoamérica

Es el letrista de los éxitos más importantes de Luis Miguel, Ricky Martin, Raffaella Carrá y Sergio Dalma, entre muchos otros. La historia del hombre que le puso letra a más de 1800 canciones.
Diego Geddes
por Diego Geddes |
Luis Gómez-Escolar

Luis Gómez-Escolar, autor y letrista de canciones. 

La noticia se hizo viral en estos días en el que el mundo recupera cierta normalidad. En un recital en Murcia, el cantante Sergio Dalma animó a su público a levantarse de sus butacas y bailar. Algo así como evitar el distanciamiento. O “Bailar pegados”, como dice una de sus canciones.

Y acá llegamos a la primera deriva y dejamos atrás el incidente de Sergio Dalma. ¿Quién es el autor de "Bailar pegados"? Entre el prejuicio y la sospecha, una rápida mirada en Internet permite descubrir que no es el propio Sergio Dalma, sino un autor increíble, que puso a bailar y a cantar a varios países durante más de 20 años.

Es Luis Gómez-Escolar (León, España, 1949) el autor de varios éxitos de Ricky Martin, Luis Miguel, Miguel Bosé y también el autor de las versiones en español de Raffaella Carrá o Roxette. ¿Bailaste con la versión de "Fiesta", de Raffaella Carrá? La escribió Gómez-Escolar. ¿"Fuego de Noche, nieve de Día"?. También de Gómez Escolar. ¿"Livin´la vida loca"?, también. ¿"La quiero a morir"? Sí, claro. ¿"Será por qué te amo"? Por supuesto, Lucho.

La lista de éxitos es infinita: Paloma San Basilio, Dyango, Emmanuel, Chayanne, Ana Belén, José Vélez, el Puma Rodríguez, Raphael, Julio Iglesias, Camilo Sesto. Todos han cantado una letra de Luis.

Una frase suya sirve para entender más al personaje: “¿Sabes esas canciones que suenan en las fiestas pero nadie sabe de quién son porque ya se han convertido en folclore popular y directamente son de la gente? Pues esa es mi máxima aspiración”.

Son pocas las entrevistas que dio Gómez-Escolar en su vida. El año pasado, el diario español El País lo sacó del ostracismo y la primera pregunta apuntaba justamente a su bajo perfil: “Por qué, después de tanto tiempo escondido, aceptas responder una entrevista”.

La respuesta es la de un hombre medido, que solo habla de la constancia y del trabajo. Ahí está la fórmula para sus canciones. ¿Cómo se hace un éxito?

“Es el resultado del trabajo. No basta con la calidad, tiene que ser calidad en cantidad. Nadie sabe. Nadie conoce el éxito. El que te diga que tiene la fórmula del éxito en la mano, miente como un bellaco".

Gómez-Escolar es un tímido que le escribe al amor. En aquella entrevista con El País releva un aspecto que lo prueba. “No he ido nunca a recibir ningún premio de los que me han concedido. No tengo en mi casa ningún disco de oro, ni de platino. Es un tema de timidez social enfermiza. La he tenido siempre y la sigo teniendo. Ir a una fiesta de más de cuatro personas me resulta impensable”.

Ese anonimato lo toma con naturalidad y humor, y también le permite ser un espectador en tiempo real de sus canciones

“Si vas a un hotel y no hay habitación, no te la van a dar como si fueras famoso. Haces las colas como todo el mundo y no te cuelan nunca, pero no pierdes la visión de la realidad. Cuando eres anónimo, la gente escucha tus canciones y las baila sin saber que son tuyas. Y eso me da mucho morbo. Puedo ver el efecto real que causan e incluso escuchar: '¡Pues vaya mierda este tema!'”.

Además de ser autor y letrista de canciones, la carrera de Gómez-Escolar se hizo grande también como traductor y adaptador de canciones en otro idioma. Raffaella Carrá, Roxette pero también Roberto Carlos, Eros Ramazzotti, Lucio Dalla. El verso que cantamos todos miles de veces "Fiesta, qué fantástica, fantástica esta fiesta" es de Gómez-Escolar.

La clave para Gómez-Escolar no es respetar la letras sino mantener cierta musicalidad. Un ejemplo: “Yo era fan absoluto de Roxette y me hizo mucha ilusión hacerlo. Pero las canciones en inglés se vuelven boleros al traducirlas al español. El español lo abolera todo. Si a "Un día sin ti" le pones unas maracas, tienes un bolerazo”. De hecho, "Un día sin ti", de Roxette, viene a ser la traducción de "Spending my time" (perdiendo mi tiempo). No hay correlación pero sí un intangible de la melodía que se mantiene.

Una hipótesis que podría sostener su éxito: Gómez-Escolar estudió arquitectura y psicología, como si en ese cruce de carreras pudiera gestarse su talento inconmensurable. También la sensibilidad para escribir un género que describe como "la canción cotidiana", la música compañera del día a día.

"Yo vivo con sencillez, tal vez porque no estoy preparado para vivir de otra manera. La fama, la riqueza y la reverencia me abruman, me desconciertan… me hacen sufrir más que gozar. Pero, por encima de todo, sé que las letras de esas canciones de las que hablamos, me emocionan, porque son reales, son posibles y, están escritas a escala humana y, casi sin saberlo, las comparto con millones de personas que hacen, o han hecho de ellas, la banda sonora de sus vidas".

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