“Quizás nunca hubo un momento más importante para reconectarnos con nosotros mismos”, dijo, en referencia a esta colaboración, la propia artista nacida en Belgrado en 1946.
Su carrera artística se caracteriza por sus obras extremas y polémicas, como hacerse cortes en los dedos con un cuchillo, clavarse espinas de rosas en el vientre o dejar que alguien del público le apunte con un arma cargada, en una de sus performances más extremas.
La artista nacida en la ex-Yugoslavia recibió recientemente el premio Princesa de Asturias de las Artes, concedido por España, por explorar en su trabajo "los límites del cuerpo y la mente a través de performances arriesgadas y complejas en una constante búsqueda de libertad individual", según el fallo del jurado.