El bajón no solo se traduce en cifras: en la práctica, ya comienza a tener impacto directo en los resultados de carrera. Para un piloto como Colapinto, que busca consolidarse en la Fórmula 1, este tipo de fallas puede significar la diferencia entre sumar puntos o quedar fuera de competencia.
Qué pasa internamente en Alpine
El mal momento de Alpine no se limita al aspecto deportivo. La estructura con sede en Enstone también sufre una crisis institucional profunda. En los últimos meses, se produjeron salidas y rotaciones en puestos clave: el alejamiento del jefe de equipo Otmar Szafnauer, los cambios internos liderados por Bruno Famin, y la llegada de Steve Nielsen como nuevo Team Principal exponen una gestión inestable.
Uno de los golpes más significativos fue la salida de Francis Stokes, ex Jefe de Mecánicos, cuya ausencia se siente especialmente en el funcionamiento de los boxes. Distintas versiones indican que podría sumarse al proyecto Cadillac, que debutará en la F1 en 2026, y su salida dejó un hueco difícil de cubrir para el equipo francés.
Cómo vivió Franco Colapinto el GP de Hungría
La frustración de Franco Colapinto fue evidente. Tras bajarse del monoplaza, definió el domingo como “una jornada para el olvido”, reflejando su descontento con una actuación que no le permitió mostrar todo su potencial. La diferencia en las detenciones respecto a su compañero de equipo no hizo más que agravar el panorama.
Más allá del resultado final, Colapinto sigue sumando experiencia en su octava presentación de la temporada y empieza a demostrar madurez al enfrentar situaciones adversas. Sin embargo, si Alpine no soluciona estos errores operativos, su crecimiento podría verse condicionado por factores que escapan completamente a su control.