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Liberaron a las jugadoras de River que estaban detenidas en Brasil acusadas de racismo

Candela Díaz, Camila Duarte, Juana Cángaro y Milagros Díaz estaban detenidas en Brasil desde la semana pasada acusadas de racismo.

Liberaron a las jugadoras de River que estaban detenidas en Brasil acusadas de racismo

Candela Díaz, Camila Duarte, Juana Cángaro y Milagros Díaz, las cuatro jugadoras de River detenidas en Brasil tras los incidentes en el partido de la Ladies Cup 2024 ante Gremio, fueron liberadas en las últimas horas y regresarán a la Argentina. El episodio, que incluyó gestos e insultos racistas, marcó un punto de tensión máxima para el fútbol femenino argentino en el cierre del año.

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Las futbolistas habían pasado la Nochebuena y la Navidad detenidas en el Centro Penitenciario de Carandiru, en San Pablo, luego de que la Justicia brasileña rechazara inicialmente el hábeas corpus presentado por su defensa. Tras pagar una fianza, finalmente recuperaron su libertad, aunque las acusaciones en su contra por delitos de injuria racial, amparadas en las estrictas leyes brasileñas, siguen vigentes.

El incidente ocurrió el pasado 20 de diciembre durante el partido contra Gremio. En medio de un clima de alta tensión, las imágenes televisivas captaron a Candela Díaz realizando un gesto que simulaba ser un mono hacia un alcanzapelotas. Al mismo tiempo, sus compañeras Duarte, Cángaro y Milagros Díaz fueron acusadas de proferir insultos racistas hacia la misma persona y a jugadoras del equipo rival.

El escándalo derivó en una gresca generalizada y la suspensión del encuentro, ya que River sufrió seis expulsiones, incluyendo a las cuatro futbolistas ahora liberadas, además de Lara Esponda y Julieta Romero.

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En primera instancia, el juez Alberto Anderson Filho rechazó el pedido de liberación, citando la gravedad de los hechos y apoyándose en la Ley 14.532 promulgada en Brasil en 2022, que equipara la injuria racial con el racismo, un delito que no admite fianza. Las penas por este tipo de conductas oscilan entre los dos y cinco años de prisión, y pueden duplicarse si son perpetradas por varias personas en conjunto.

La abogada paulista Thaís Sankari, quien asumió la defensa de las jugadoras, argumentó que las acciones fueron una reacción a una supuesta agresión previa del alcanzapelotas identificado como víctima. Sin embargo, el caso continúa bajo investigación y las futbolistas podrían enfrentar un proceso judicial en Brasil.

El regreso de las jugadoras a la Argentina no implica el cierre del conflicto. A nivel deportivo, el club Gremio expresó su repudio a través de un comunicado oficial, mientras que River aún no se pronunció sobre eventuales sanciones internas hacia las involucradas.

Este episodio, que suma otra página oscura a los casos de discriminación en el fútbol, pone sobre la mesa la necesidad de un cambio cultural en el deporte y un abordaje más contundente contra el racismo.

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