La imagen del mandatario con la copa en alto fue tan extraña como inesperada, y rápidamente se viralizó en redes. Según trascendió, Trump no estaba incluido originalmente en el protocolo de entrega de premios, pero decidió permanecer en el campo una vez finalizada la ceremonia formal.
Reacciones y desconcierto
La situación generó sorpresa entre los propios futbolistas. “Sabía que iba a estar aquí. Lo que no sabía es que iba a alzar el trofeo, así que estaba un poco confundido”, reconoció Cole Palmer, figura del Chelsea y autor de uno de los goles del encuentro. Las cámaras lo registraron sonriendo con incomodidad mientras Trump posaba con el trofeo.
La presencia del mandatario también fue leída como parte de su estrategia de exposición pública, especialmente en un contexto donde los grandes eventos deportivos se convierten en plataformas de alto impacto mediático.
Pelé, una elección con peso simbólico
La elección de Pelé como el mejor de la historia tampoco fue al azar. El brasileño, fallecido en diciembre de 2022, fue un ícono global del fútbol y un pionero en la expansión del deporte en Estados Unidos. Su paso por el Cosmos marcó un antes y un después en la historia del fútbol norteamericano y es recordado como uno de los momentos que ayudaron a popularizar la disciplina en un país dominado por otros deportes.
Trump, con su estilo habitual, logró acaparar titulares incluso en una final que tenía como protagonistas a dos gigantes del fútbol europeo. Y lo hizo con una mezcla de nostalgia, show y polémica.