El anuncio de Martín Guzmán sobre la renegociación de la deuda con el Club de París no despertó el optimismo en el mercado financiero: los bonos argentinos cerraron con caída de 1,9% en promedio.
El anuncio de Martín Guzmán sobre la renegociación de la deuda con el Club de París no despertó el optimismo en el mercado financiero: los bonos argentinos cerraron con caída de 1,9% en promedio.
La noticia se vio mezclada con las declaraciones en simultáneo del titular de la Reserva Federal Jerome Powell quien dejó entrever ante el Senado norteamericano que la suba reciente de la inflación en EE.UU. no sería tan preocupante y que, por lo tanto, no habría a corto y mediano plazo un incremento significativo de las tasas de interés. Las acciones argentinas subieron pero de la mano también de alzas de casi1% en el Nasdaq.
En primer lugar, llamó la atención que no hubiera un comunicado en paralelo del Club de París. Recientemente esa agrupación de países acreedores firmó un entendimiento con Cuba, postergando vencimientos, e inmediatamente fue publicado en la página web de esta agrupación de países acreedores.
Otro elemento sugestivo fue que Martín Guzmán no hizo mención a la tasa de interés que deberá pagar la Argentina por postergar el vencimiento al 31 de marzo del 2022.
Recuérdese que la gira de Guzmán por Europa, luego hubo otra de Alberto Fernández, se hizo con el reclamo en mano de las altas tasas que cobran el FMI y los países acreedores por la deuda.
Un elemento sugestivo en la conferencia de prensa de Guzmán ayer fue que el ministro afirmó que la postergación del pago “representa un alivio financiero de u$s 2.000 millones”. De nuevo, Argentina deberá pagar intereses, y no bajos, por este mayor plazo. No hubo quita en capital ni en intereses por lo que el alivio de la medida es similar al de un pago mínimo en una tarjeta de crédito.
En paralelo, el ministro obvió mencionar el rol de China en las negociaciones. El principal reclamo de los países acreedores integrantes del Club de París es que no hubo pagos para ellos en los últimos meses pero sí los hubo para China, país que no integra esa agrupación.
La orden bajada desde el Club de París era clara: “Queremos cobrar en sintonía con lo que cobra China”. Por eso esos u$s 430 millones que Guzmán promete pagar al Club de París coinciden en el monto a pagar a China en los próximos doce meses. No está definido con el Club de París por cuánto y cuándo Argentina hará esos pagos al Club de París.
Una aclaración importante: para el 31 de marzo del 2022 la Argentina espera tener firmado un acuerdo con el FMI que le permita a su vez renegociar la deuda con el Club de París. Es decir que la Argentina no se compromete a pagar esos u$s 2.000 millones que quedarían pendientes de pago sino que buscará establecer un pago en cuotas.
Raro, dado el bajo monto en juego. Significa que tampoco el Guzmán espera que la Argentina pueda acceder nuevamente al mercado de crédito internacional en el corto ni mediano plazo: sería lo normal endeudarse a tasas más bajas y cancelar de una vez la deuda con países acreedores.
Una falacia de Guzmán llamó la atención por último a analistas: el ministro aseveró que por la pandemia no hay una misión del FMI al país por la revisión que se hace a todos sus miembros (el llamado artículo IV). Pese a la pandemia hubo una larga lista de países que completaron esa revisión. El 25 de mayo el staff del FMI emitió un comunicado por su visita en ese sentido a Uruguay.
Los mercados siguen desconfiando por todos estos motivos: el riesgo país gira en torno a los 1.500 puntos. Hasta tanto no surjan señales positivas en las negociaciones con el FMI, difícilmente se reduzca.