De este modo, desde que empezó el 2024 los combustibles habrán trepado más de un 85%.
El incremento de este mes compensaría la devaluación del 2% mensual del peso contra el dólar e incorpora la suba de los impuestos a los combustibles, que treparían el equivalente a un punto porcentual.
Sin embargo, el Gobierno deberá emitir un decreto que postergue el resto de las actualizaciones pendientes prevista para el mes que viene. Todavía hay un atraso de precios de la nafta cercano al 12% respecto a la paridad de exportación (export parity); es decir, los valores del mercado interno están por detrás de los internacionales, lo que funciona como un desincentivo a vender el combustible al exterior.