Por su parte, Leonardo Rubinteinst, CEO Ank, indicó que observaron “cómo partiendo del estado de infraestructura que hay en el país, se puede recrear esa experiencia, cómo crear una plataforma que incluya todo sin dejar fuera nada, disminuyendo el costo de cambiar, entendiendo que tal vez se necesite tener un banco o un servicio en una Fintech”. Y agregó que trabajan en tener todos esos servicios en un solo lugar.
Valeria Rodríguez, directora de Lyra para Argentina, analizó la experiencia de ambos casos y destacó que la Unión Europea tiene dos ejes rectores para esta tendencia: “garantizar la seguridad jurídica y la neutralidad tecnológica”. Por eso consideró que “sería bueno que se tomaran en cuenta para el desarrollo en el mercado local”.
En este sentido, la especialista señaló que “está la normativa, todo lo que se quiere hacer, los ejemplos que podemos tomar del mundo y la realidad que vivimos como argentinos, proyectando a futuro lo que queremos de open finance”. En ese contexto, añadió, “tenemos el mercado europeo muy regulado y que tuvo la necesidad de esa regulación para homogeneizar lo que pasaba en el continente. Y tenemos el mercado asiático, en donde no se necesitó de una regulación para armar una estructura de open finance”.
Por todo eso, resumió Rodríguez, “es importante que al pensar en la mejor forma de construir el mercado argentino para el open finance se tenga en cuenta qué es lo que quiere la industria fintech en el futuro, tomar lo mejor de cada caso, saber que nunca vamos a replicar un único modelo, pero que sí tenemos buena base para el desarrollo local y todo lo que propicia Latinoamérica”.
Finanzas: inclusión y seguridad
Según los especialistas del segmento fintech, open finance no sólo permitirá desarrollar nuevos productos sino también generar inclusión, participar a gente excluida hoy de ciertos productos y ayudar a fortalecer temas relacionados con seguridad digital, como validación de datos personales y a través de distintos estándares.
“La participación y la disponibilidad de datos nos favorecerá en un montón de cuestiones y para cada una de ellas habrá un producto y una organización aprovechándolo”, dijo Rodríguez.
Existe una política continental de sostenibilidad y digitalización en cuyo ámbito se ha adoptado la estrategia de Finanzas Digitales de la Unión Europea. Una estrategia basada en la búsqueda de la seguridad jurídica, innovación, remoción de obstáculos y la facilitación del acceso a las finanzas digitales preservando la neutralidad tecnológica. Cuando se enfatiza en esto último, se remarca la búsqueda de un equilibrio entre las ventajas de las finanzas tecnológicas, teniendo en cuenta los riesgos derivados del uso de la tecnología.
Este modelo de colaboración de quienes regulan y equiparan acompañando en un marco de seguridad jurídica favorece el efectivo e igualitario desarrollo de todos los que componen el ecosistema, no solo a quienes generan nuevas tecnologías, sino también a los usuarios dueños de esos datos.