El mundo de la alta competencia ya comprende la big data para obtener detalles que puedan establecer diferencias en los aspectos más finos del juego. Los métodos cada vez son más rigurosos desde los análisis. Y los aspectos espirituales son desarrollados a través de múltiples herramientas que le dan mayores seguridades.
El poder de la mente en el entrenamiento de un deportista de élite debe ser ejercitado con distintas técnicas muy desarrolladas a sus efectos, el mindfullnes y la neurociencia han contribuido a aquellos planteles o deportistas que se han vinculado con ellas. Me resultó muy interesante un video de un piloto de automovilismo simulando el circuito con los mismos radios de giro y los mismos tiempos del circuito que recorre con su auto de competición. O cómo alguien llegó a visualizar un gol que convertiría el día siguiente al ejercicio.
Por supuesto que este tipo de desarrollos no harán mejor a un deportista mediocre. Muchas veces desde la creencia de experiencias que pueden resultar exóticas este tipo de prácticas es subestimada por muchos entrenadores o preparadores físicos. Pero en un mundo tan competitivo donde entre el tenista top o un 50 del ránking hay poca diferencia en los aspectos del juego, la concentración y al autoestima podrán hacer la diferencia. Simplemente se trata de atreverse, y creer, para ser un poco mejor todos los días.