La mentirita

En el fútbol mundial todo lo que parecía que era ya no es

Hugo Balassone
por Hugo Balassone |
En el fútbol mundial todo lo que parecía que era ya no es

Golpe al mapa del fútbol mundial. Todo lo que parecía no es. Todo lo que asomaba de desmoronó. Todo da vueltas en el aire. Las semis de la Champions la jugarán 2 equipos franceses y 2 alemanes. A excepción de Bayern Munich ninguno con historia en las grandes citas. Ni Real Madrid ni Barcelona. Tampoco Juventus. Aparece el tenaz Lyon y el joven Leipzig.

La caída del Manchester City de Guardiola involucra, más allá de errores grotescos de los defensores y de ineficacia en sus atacantes, una falta de carácter que acaba siendo determinante. El fútbol se decide en las áreas y allí falló el City. El Lyon, con un repliegue perfecto y aprovechamiento de los ataques, despachó al equipo de Pep.

Se mide como fracaso que el equipo inglés, con un presupuesto alto que no implica haber comprado jerarquía, no pueda superar el listón de cuartos de final. Si bien tuvo el control del partido sosteniendo su estilo, en estas instancias es todavía un equipo adolescente.

Parecía, por fin, la oportunidad para el Atlético de Simeone. Camino descongestionado. Un rival en desarrollo y con nula tradición en estas instancias. Pero al equipo de Cholo le pesó la responsabilidad de ser el candidato en la previa. Y eligió respetar su naturaleza de equipo que juega a expensas de los errores del rival.

Con la caída estrepitosa del Barcelona asistimos al fin de una era de un equipo que hace rato extravió el manual de estilo que marcó una era en el fútbol. Pésima política de refuerzos y un técnico que no estuvo a la altura.

En este naufragio, ya lo vimos en el seleccionado argentino, Messi no puede superar las adversidades. Su inspiración reclama de un respaldo colectivo que hace rato perdió el Barcelona. Y que queda grotescamente en evidencia cuando enfrenta a equipos tan dispuestos a maniatarlos como ocurrió con el fabuloso Bayern.

Ya habían quedado en el camino el Real Madrid con todas sus figuras desperdigadas, o la mismísima Juventus con Cristiano padeciendo a esa roca que son los franceses del Lyon. El PSG ya vimos la dependencia que tiene de Neymar y Mbappé para vencer con agonía al Atalanta.

Esta definición de Lisboa se ha igualado tanto que nos desmiente todo el tiempo. Pierden los que arriesgan y los que defienden. Pierden los cracks y caen los que parecen cracks solo por lo que se paga por ellos. Avanzan los equipos de los jeques y padecen los equipos con historia sagrada. Se subestima a la liga francesa que terminó su temporada en marzo y mete dos semifinalistas. Nos parece tedioso el fútbol alemán pero el Bayern asoma como el gran candidato a llevarse la deseada orejona. Todo a un partido, todo lo que parece no es. El fútbol mismo.