De esta manera, se testeó un sistema de cámaras y puntos de enfoque colocados en el cuerpo de los jugadores, como parte de su indumentaria. La idea es que estas herramientas no resulten invasivas para los futbolístas.
La prueba se llevó a cabo en el Estadio Ramón Sánchez Pizjuán y Sevilla emitió un comunicado al respecto. Además, la institución publicó un video de los testeos.
"Uno de los quebraderos de cabeza ha sido y es el de aplicar con mayor rigor y empleando el menor tiempo posible la controvertida regla del fuera de juego. Esta regla ha evolucionado mucho a lo largo de la historia del fútbol (...). No obstante, nuca ha dejado de suscitar polémica y sigue evolucionando, a veces con matices y otras con grandes cambios, como la implementación del VAR (...). La meta es la aplicación del fuera de juego automático, donde no exista intervención humana... ni posibilidad de error. Ese camino no es sencillo y requiere de muchas pruebas para que todo esté calibrado y la tecnología no sea invasiva para los jugadores. Esta es la obsesión de Arsene Wenger, director del desarrollo deportivo de la FIFA", reza parte del comunicado oficial.