Se cumple una semana del “apagón informático” que paralizó a todas las dependencias judiciales del país y hay más sombras que luces sobre qué fue lo que pasó. El manto de sospecha está puesto en el sistema informático del Poder Judicial, el Lex100.
Se cumple una semana del “apagón informático” que paralizó a todas las dependencias judiciales del país y hay más sombras que luces sobre qué fue lo que pasó. El manto de sospecha está puesto en el sistema informático del Poder Judicial, el Lex100.
El juez Marcelo Martínez de Giorgi, que subroga a la jueza María Romilda Servini, quien investiga con su equipo minuciosamente la vulnerabilidad del módulo de los sorteos y la posible manipulación, tomó cartas en el asunto y el mismo día en que se cayó el sistema le pidió al Consejo de la Magistratura que explique qué pasó. A una semana, aún no recibió respuesta.
También citó como testigo para el 12 de junio a un técnico de UEJN, el gremio conducido por Julio Piumato. La UEJN había salido con los tapones de punta contra el Consejo de la Magistratura, al igual que la Corte Suprema. Y todavía se pueden ver los panfletos que pegaron trabajadores de UEJN en todos los edificios del Poder Judicial:
Los desperfectos se generaron en el Data Center del Consejo de la Magistratura, lugar allanado por orden de la jueza Servini en el marco de la investigación sobre la presunta manipulación de los sorteos.
Ya el 19 de octubre de 2016, Servini presentó un escrito en el Consejo de la Magistratura alertando a las autoridades sobre las deficiencias del Lex100. En este entonces, entre las irregularidades que detectaron, señalaron:
Pericias de Cibercrimen de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires y un informe lapidario de la Auditoría General de la Nación (AGN) comprobaron las sospechas: el sistema informático judicial es altamente vulnerable.
Este lunes, la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires (FIUBA) comenzarán un exhaustivo análisis del material en poder del juzgado de Servini para determinar la factibilidad de dirigir la asignación de causas y la aleatoriedad en el proceso de asignación de causas, entre muchas otras cosas. En 15 semanas, estarán los resultados de las pericias que parecen prometer hacer crujir al Poder Judicial y cómo se manejan las causas más sensibles que afectan al poder.
La cuestión de los sorteos permite comprender por qué la justicia tiene los desafíos sociales que tiene -ausencia de credibilidad, sus tiempos, su divorcio con la sociedad- porque en plena era de la información el Poder Judicial no logró aún contar con un sistema informático razonablemente fiable. Dicho sistema parece creado a imagen y semejanza de muchos actores judiciales