La justicia de Francia, luego de un proceso que duró casi 14 años, determinó que no hay elementos para condenar ni a la empresa Air France ni a Airbus por el accidente del vuelo AF447 del 1° de junio de 2009 en el que murieron 228 personas.
La justicia de Francia, luego de un proceso que duró casi 14 años, determinó que no hay elementos para condenar ni a la empresa Air France ni a Airbus por el accidente del vuelo AF447 del 1° de junio de 2009 en el que murieron 228 personas.
Los familiares reaccionaron con enojo y desazón porque la única hipótesis que se mantiene es sólo un error de los pilotos, que murieron en el accidente en el vuelo de Río de Janeiro a París.
El fallo de la justicia libera a las dos empresas (la aerolínea y la constructora del avión) del pago de una multa de 250.000 euros cada una. Los familiares de las víctimas adelantaron que apelaran esa sentencia. Entre ellos, la de los pilotos que aparecen como los responsables finales del peor accidente en la historia de Air France.
La justicia francesa tardó más de dos años para recolectar los pedazos del avión que desapareció en el océano Atlántico con 228 personas a bordo. Uno de los primeros elementos que aparecieron fue la cola con los colores característicos de Air France. Más tarde, sobre el fondo del mar, pudieron recuperar parte del fuselaje y del tren de aterrizaje. Y lo más importante las cajas negras, que graban todo lo que se conversa en la cabina en una y todo lo que realizó el avión (las maniobras, consumo, funcionamiento, etc).
Con todos esos elementos se inició una investigación de más de 13 años, para llegar a este juicio que duró tres meses. Pero dejó a los familiares de las vícitmas indignados. Ni Air France ni el consorcio Airbus pueden ser declarados responsables sobre la base de lo que se pudo examinar y estudiar durante tanto tiempo.
Por lo que la responsabilidad puede recaer en manos de los tres pilotos, que también fallecieron. Marc Dubois, era el capitán un experimentado piloto de 58 años con casi 11.000 horas de vuelo. Acompañado por el copiloto Pierre-Cédric Bonin de tan solo 32 años y con apenas 800 horas de vuelo en este tipo de avión y David Robert, de 37 años.
Cuando comenzó el incidente que sería fatal, Dubois estaba descansando y la nave - como es usual - iba en piloto automático.
Las cajas negras se hallaron en 2011, entre el 27 de abril y el 2 de mayo. Allí comenzó el proceso fundamental para comprender que sucedió. El vuelo AF 447 salió de Río de Janeiro hacia París. El avión comenzó a ser guiado por el piloto automático cuando de pronto hubo un inconveniente.
Los peritos determinaron que los tubos pitot del avión, el elemento que mide y recoge los datos externos del vuelo se congelaron. Entonces, comenzaron a dar lecturas erróneas que hicieron "confundir" las maniobras del piloto automático. Como no había progresos, el piloto automático emitió una alarma y se desconectó.
En ese momento, Robert y Bonin tomaron el mando del avión. Pero las maniobras que intentaron realizar para estabilizar la aeronave no dieron ningún resultado porque respondían a mediciones equivocadas. El avión comenzó a caer en picada porque perdió su capacidad de sustentación. En eso irrumpió en la cabina el comandante Dubois, pero entre los tres no pudieron estabilizar el aparato. Las mediciones eran erróneas y como consecuencia, las decisiones y maniobras del trío que piloteaba la máquina.
3 horas y 45 minutos después del despegue, la máquina se estrelló en el Océano, en un punto intermedio entre los controles de Brasil y los de Senegal. El avión impactó contra la superficie del Atlántico a 280 kilómetros por hora.
Las dos compañías sostuvieron durante más de una décadas que era imposible determinar una responsabilidad principal. El congelamiento del tubo Pitot entregó mala información, pero los pilotos no supieron revertir esa situación y tomaron decisiones que determinaron la tragedia.
Para indignación de los familiares de las víctimas, luego de tres meses de audiencias, el fiscal tomó para sí esa postura. No hay elementos contundentes para condenar a las empresas por ser responsables absolutos y pagar una indemnización .
Ahora, una nueva audiencia fijada para septiembre determinará el monto final de indemnizaciones pero que ha pagado el estado francés y no las empresas.
Los familiares de las vícitmas tienen hasta ese momento para presentar las impugnaciones que crean convenientes contra este fallo que liberó de responsabilidad a las empresas y puso la lupa sobre los tres pilotos, que murieron en la tragedia.