" No dejéis que los neonazis y los 'banderovtsi' (referencia despectiva para referirse a los ultranacionalistas ucranianos) utilicen a vuestros hijos, mujeres y ancianos como escudos humanos. Tomad el poder con vuestras manos, parece que será más fácil que nos pongamos de acuerdo, que con esta banda de drogadictos y neonazis, que se instalaron en Kiev y tomaron como rehén a todo el pueblo ucraniano", dijo en una proclama Putin desde Moscú.
Pero 14 días después, el panorama es otro. Rusia sigue avanzando y está a las puertas de Kiev. Pero Vlodomir Zelenski sigue siendo la piedra en el zapato de Vladimir Putin. Todos estos días sirvieron para transformarlo en un líder nacional de gran peso y una figura mundial. Un moderno David que se enfrenta al Goliat que viene de Moscú.
El propio Putin parece tomar nota de la magnitud que alcanzó Zelenski. Ya no aparece su dimisión, expulsión o derrocamiento del poder en Ucrania entre sus "puntos inamovibles para el armisticio". Vale la pena recordarlos.
- Reconocimiento definitivo de Crimea como parte de Rusia
- La región del Donbás (con Donetsk y Lugansk) ya no son parte de Ucrania.
- Ucrania nunca será parte de la OTAN
- Establecer un nuevo gobierno - sin Zelenski - en Ucrania
Los primeros puntos se mantienen, pero para el Kremlin, la salida del presidente ucraniano no es una exigencia. A menos que espere capturarlo si toma finalmente Kiev, la capital del país.
Para ponerlo en palabras de funcionarios rusos: "las tareas de la 'operación militar especial' (eufemismo por la guerra), no incluyen la ocupación de Ucrania, ni la destrucción de su condición de Estado, ni el derrocamiento del poder actual", dijo la portavoz de la cancillería de Moscú, María Zajárova.
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"Derrocar a Zelenski no está en el plan de Rusia", según la vocera de la cancillería rusa (Foto: Cuenta de Twitter de la cancillería rusa)
Sonidos diplomáticos desde Kiev
En las últimas horas de este miércoles dos temas aparecen como pasibles de incluirse en la agenda de la negociación bilateral. el próximo encuentro será en Turquía. Los ministros de Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, y de Ucrania, Dimitro Kuleba, estarán allí en el cuarto hito para buscar la paz.
Hasta allí llegaría un tema relevante si es que con lo que se especula se confirma: Zelenski aceptaría un status similar para Ucrania al que tiene Finlandia. El país nórdico pertenece a la Unión Europea desde 1995, pero no integra la OTAN. Putin lograría lo que reclama desde hace años: que la Alianza occidental deje de correrse hacia el este. El "patio de adelante" de Rusia.
Pero hay otro punto que Zelenski parece haber aceptado. Tratar la cuestión del Donbás . ¿Se formará un nuevo país acaso, con Donetsk y Lugansk como otro estado tapón entre la OTAN y Rusia?
Por lo pronto, hay un dato alentador en medio de los ataques, la muerte, la destrucción y los millones de refugiados que dejaron Ucrania.
El presidente ucraniano escribió en su cuenta de Twitter: "Mariúpol. Ataque directo de las tropas rusas en el hospital de maternidad. Gente, los niños están bajo los escombros. ¡Atrocidad! ¿Cuánto tiempo más el mundo será cómplice ignorando el terror? ¡Cierra el cielo ahora mismo! ¡Alto a las matanzas! Tienes poder pero pareces estar perdiendo humanidad".
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los corredores humanitarios, recompuestos al menos durante 12 horas (Foto: AP)
Reinstaurar corredores humanitarios
Rusia anunció el fuego locales en varias ciudades ucranianas, por espacios de 12 horas para permitir la evacuación de civiles a través de corredores humanitarios. Los mismos que fueron avasallados con ataques que causaron estupor y la condena internacional.
Este alto al fuego servirá para la evacuación de civiles de Kiev, así como de las ciudades de Sumy, Járkov, Chernigov y Mariúpol, indicó el ministerio ruso de Defensa.
Ya son más de 2,15 millones de personas las que huyeron de Ucrania desde que comenzó la guerra hace catorce días, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Turquía es una plaza mejor que Bielorrusia para reunirse. Forma parte de la OTAN, pero la Unión Europea no lo acepta como un nuevo país miembro. El punto a favor de Putin está justamente en el líder turco. Recep Tayyip Erdogan, el presidente es tan adicto al poder como su par del Kremlin. Y tan autoritario como él. Reformó la constitución para seguir en el poder (ganando elecciones como Putin). Reporteros sin fronteras denuncias que Turquía es uno de los países más peligrosos de Europa para ejercer el periodismo. Erdogan le pidió enfáticamente a Putin el cese del fuego. Hay condiciones nuevas para el diálogo.
Y ya se sabe, entre bueyes no hay cornadas. Tal vez en Turquía se pueda tener una esperanza para la paz.