"Mientras pueda, seguiré militando", dijo José "Pepe" Mujica, quien este lunes, a los 88 años, sorprendió a todo Uruguay al anunciar en una conferencia de prensa que tiene un tumor en el esófago.
El expresidente, de 88 años, hizo el anuncio luego de realizarse un control de salud. "En mi vida, más de una vez anduvo la parca rondando el catre, pero me siguió pastoreando", dijo para desdramatizar.
"Mientras pueda, seguiré militando", dijo José "Pepe" Mujica, quien este lunes, a los 88 años, sorprendió a todo Uruguay al anunciar en una conferencia de prensa que tiene un tumor en el esófago.
Mujica contó que la semana pasada fue acompañado por su esposa, Lucía Topolansky, a realizarse un control de salud. Pero cuando los médicos tuvieron todos los resultados, le informaron sobre la delicada enfermedad que padece.
"En mi vida, más de una vez anduvo la parca rondando el catre, pero me siguió pastoreando. Esta vez me parece que viene con la guadaña en ristre, y veremos lo que pasa. Mientras pueda, seguiré militando y entretenido con las verduras. Mientras el rollo aguante, voy a seguir", señaló ante los medios.
Pero también reveló que someterse a sesiones de quimioterapia es muy complejo debido a su avanzada edad y a que, desde hace 20 años, padece una enfermedad inmunológica que le afecta el funcionamiento de sus riñones.
El expresidente explicó que la semana anterior fue a realizarse un chequeo. Con todos los análisis completos, los médicos le informaron que le detectaron un tumor en el esófago.
"Es algo obviamente comprometido", dijo Mujica quien además remarcó que por esa enfermedad de base es aún más difícil el tratamiento, que incluye quimioterapia y tal vez hasta una cirugía. "Todo eso lo están evaluando los galenos, haciendo análisis celulares, cómo sigue esta historia", contó el exmandatario.
Sin perder el buen ánimo que lo caracteriza, invitó a los periodistas a una ronda de preguntas, aunque les aclaró que como no es médico no podría informar nada sobre la enfermedad o los pasos de los profesionales. Entonces, contó que se siente bien hasta el momento, aunque sufre dolores en el estómago cuando come "algo grueso", según lo definió.
José "Pepe" Mujica formó parte de la organización Tupamaros desde 1964. Combatió y fue herido (una vez recibió 6 balazos), fue detenido varias veces y protagonizó una recordada fuga de la cárcel de Monte Carretas, en Montevideo. Pero la dictadura cívico militar de 1973 lo recapturó y lo mantuvo detenido hasta el regreso de la democracia, en 1985. Era considerado como un "rehén" de la dictadura, que sería ejecutado si los Tupamaros seguían con ataques o atentados en el Uruguay. En ese tiempo, junto a sus compañeros de prisión, fue confinado a un régimen casi de aislamiento total y sometido a torturas.
Con el regreso de la democracia, salió en libertad gracias a una ley de amnistía. Junto a otros integrantes del MLN-Tupamaros, formó un partido político, el Movimiento de Participación Popular (MPP) que se inscribió en el Frente Amplio (FA).
El FA llegó por primera vez al poder al ganar las elecciones de 2005 y Mujica fue designado por el presidente Tabaré Vázquez como ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca.
Su partido, el MPP, era la agrupación más votada dentro del Frente Amplio. Por lo que sucedió en el poder a Tabaré Vázquez en 2010. El exmilitante de Tupamaros llegaba así a la presidencia del Uruguay. Luego, en 2015, el Frente Amplio volvió a ganar las elecciones, lo que posibilitó la segunda presidencia de Vázquez.
Para el período siguiente, con Tabaré enfermó de cáncer, Mujica decidió no presentarse como candidato. Así, el Frente Amplio perdió el poder en la segunda vuelta en las elecciones de 2019 y en marzo de 2020 asumió Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional, en una alianza para derrotar, justamente, al Frente Amplio.
Mujica ganó la banca de senador (fue presidente de ese cuerpo) para el período 2015-2020 y lo renovó hasta 2025. Pero renunció por su edad (tenía 83 años) en octubre de 2020.
Al comunicar que tiene esta dura enfermedad, Mujica quiso dejar un mensaje de optimismo para los jóvenes de su país: "Quiero transmitirles a las pibas y pibes que la vida es hermosa, y se gasta y se va. El quid de la cuestión es volver a empezar cada vez que uno cae, y si hay bronca, que la transformen en esperanza y que luchen por el amor, que no se dejen engatusar por el odio. Nadie se salva solo".
Y concluyó: "Morirse, hay que morirse. Pertenecemos al mundo de las cosas vivas, y en el mundo de las cosas vivas se nace signados para morir. Por eso, la vida es una aventura formidable".