El fenómeno del blanqueamiento puede revertirse, pero desde los primeros informes recogidos en 2016, este año la situación es mucho más preocupante.
Un patrimonio de la humanidad, amenazado por el cambio climático
Ya hemos documentado muchas veces los efectos negativos del aumento de la temperatura en todo el planeta. No solo afecta la vida sobre la tierra, sino que también produce gravísimos cambios en los océanos y pone en juego la vida en los mares del mundo.
El caso de "la gran barrera de coral", que se extiende al desde el centro hacia el noreste de Australia, es uno de los peores para comprobar los daños del calentamiento global. Como las temperaturas de los mares van en ascenso, los ecosistemas comienzan a modificarse. Allí, el daño es múltiple y es fácil detectar que está sucediendo: los corales se blanquean, pierden sus maravillosos colores.
Pero esto no es solo un problema para las fotografías que pueden tomar los turistas que llegan hasta allí. El problema es mucho más complejo.
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La ciencia investiga el daño que sufre la barrera de coral al perder su coloración habitual (Foto: NPR)
Mucho más que el cambio de color por el cambio climático
El coral toma esos tonos diferentes -tan espectaculares- gracias a la simbiosis que se da con las algas. Se unen a los corales para fijarse y poder alimentarse. Cada especie de algas tiene su coloración especial. Además, sirven de alimento para peces en el océano y junto a la gran barrera, hacen de refugio para que algunos peces no sean alcanzados por depredadores mayores en el mar.
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El proceso de "blanqueo" de los corales que puede llevar a su muerte (Foto: gentileza ES-US News).
Pero como la temperatura de las aguas está subiendo, los corales intentan aliviarse de esa "asociación" para sufrir menos el clima más cálido. Lo hacen de una manera que pone en peligro su propia continuidad.
Los corales, al desprenderse de las algas, pierden su coloración y comienza el proceso de blanqueo. Al no tener las algas, la simbiosis se interrumpe. Los corales por sí solos no pueden abastecerse del alimento para subsistir. No son elementos del reino mineral, sino que pertenecen a la escala zoológica. Se agrupan de a miles y forman las barreras de coral o arrecifes. Colonizados por las algas, tienen el alimento necesario.
Entonces, un coral blanco, significa, lisa y llanamente, que está muriendo porque no tiene cómo alimentarse. De la misma manera, el equilibrio biológico puede alterarse, además, porque hay criaturas marinas menores que también se alimentan de algas que ya no están en sus lugares habituales y pierden también su refugio de otros depredadores.
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Antes y después. La barrera de coral se blanquea, lo que significa que su existencia está en peligro (Foto: A24.com)
Momento para actuar y salvar la barrera de coral
Los informes establecen que el proceso va degradando cada vez más la gran barrera de coral, que tiene una extensión de 2.300 kilómetros al este de Australia. Su tonalidad blanquecina se va presentando cada vez con mayor frecuencia y en una superficie mayor de la gran barrera.
El próximo informe se conocerá en junio de este año. Pero todo hace presumir que será el peor reporte de todos los que se han hecho hasta ahora. Se estima que ya casi el 75% de toda la gran barrera de coral está afectada por el blanqueo, es decir, la pérdida de las algas tan necesarias para su existencia.