Cómo el deshielo afecta a la correcta medición del tiempo
Hay una definición que se llama UTC (Universal Time Coordinated) que es el tiempo en que la Tierra rota sobre su eje. Como no es constante -sin necesidad del cambio climático- hay "discontinuidades" que requieren ajustes cada tanto en nuestros relojes, tomados por una convención universal.
El problema es que el deshielo está afectando esa rotación, la "discontinuidad temporal" y, por consiguiente, la manera tradicional de "ajustar el cálculo de las horas". Y todo se debe a que el agua permanentemente congelada en los polos se va derritiendo cada vez más. Cómo afecta eso al planeta, su rotación y el tiempo, es una explicación vinculada a la física.
Un cambio en el equilibrio de la masa de la Tierra por el deshielo
La Tierra tiene, como cualquier cuerpo, un equilibrio que se debe a la conformación de su masa. Un ejemplo simple puede ayudar a comprenderlo. Si en una pelota, por ejemplo, se produce una protuberancia que afecta su forma, la masa se modifica. Como primera medida, girará de manera diferente.
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La prestigiosa revista "Nature" dice que el deshielo por el cambio climático ya afecta hasta la manera de medir el tiempo (Foto: revista Nature).
A la Tierra le ocurre algo similar por culpa del deshielo. Las masas de hielo polar se mueven entre el invierno y el verano, según sean más o menos afectadas por el deshielo. Hay más agua dulce derretida en verano y vuelve a congelarse en invierno. Eso produce alteraciones de la masa terrestre que se van compensando.
Pero desde 1972, ese proceso se ha alterado de manera peligrosa. Cada año, el calor derrite más cantidades de hielo -agua dulce- que se funde en el mar. En el invierno, por culpa del calentamiento global, el nivel no vuelve a los valores de la temporada anterior.
Como consecuencia de ello, enormes cantidades de agua dulce se agregan a los mares y "navegan", aunque no sean detectables a simple vista. Pero el efecto sí que se puede constatar. Como la masa de la Tierra va cambiando, afecta su rotación. Se va deteniendo y, por lo tanto, cambia lo esperable en cuanto a ese "desajuste" temporal que es necesario corregir. Ahora estamos ante una situación inédita.
Deshielo, menor rotación y anomalía temporal
Como la masa de nuestro planeta va cambiando, la rotación ya no es la misma. Se ha comprobado un desplazamiento de unos 4 metros hacia la izquierda. Esto produce que el movimiento terrestre sea más lento y eso afecta al paso del tiempo y comienza a marcar problemas para su cálculo exacto.
El trabajo presentado en la revista "Nature” dice: "Aquí mostramos que el aumento del derretimiento del hielo en Groenlandia y la Antártida, medido por gravedad satelital 4.5, ha disminuido la velocidad angular de la Tierra más rápidamente que antes".
Este movimiento, que se verifica constante desde 1972, implica según los científicos que "la velocidad del núcleo líquido de la Tierra ha ido disminuyendo a un ritmo constante". Por lo que volvemos al principio: la UTC se modificó y se cree que se seguirá ralentizándose hasta el año 2029.
¿Cuál será la consecuencia? Esto planteará un problema sin precedentes para la sincronización de las redes informáticas y puede requerir que se realicen cambios en las mediciones del tiempo. Es decir, el calentamiento global ya está afectando la medición del tiempo global.
Según el estudio publicado por la revista "Nature", esa desaceleración retrasó la marcha del tiempo. Por primera vez puede ser necesario eliminar un segundo, algo que jamás se hizo y no se sabe qué consecuencias puede tener en todos los mecanismos coordinados que afectan nuestra vida diaria.
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El cambio climático ya afecta hasta el preciso cálculo de los relojes atómicos (Foto: gentileza HiTechMagazine).
El riesgo de atrasar el paso del tiempo
Desde finales de la década de 1960, el mundo comenzó a utilizar la hora universal coordinada (UTC) para establecer zonas horarias. Se basa en el instrumento de mayor precisión conocido: los relojes atómicos. Pero siempre las pequeñas correcciones son "adelantando el tiempo". Ahora, el desafío que viene para la humanidad es el de "retrasar un segundo" en lugar de "intercalarlo".
Nadie sabe qué puede suceder cuando se tome esa decisión. Cómo puede afectar a todos los cálculos y tareas que se realizan a diario a nivel global, desde llegar puntualmente a trabajar como el funcionamiento de las supercomputadoras.
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El calentamiento global provoca el deshielo en los polos y eso ya afecta a la rotación de la tierra y el cálculo del tiempo (Foto: gentileza Tribune India).
Sin embargo, como la velocidad de rotación no es constante, las dos escalas de tiempo divergen lentamente. Esto significa que se debe agregar un “segundo intercalar” de vez en cuando para volver a alinearlos.
Duncan Carr Agnew, profesor de geofísica en la Universidad de California en San Diego y autor del estudio, dice que nunca el hombre analizó esta posibilidad de tener que atrasar un segundo la marcha de los relojes atómicos. De ellos dependen "muchos sistemas informáticos que tienen software claves". Casi ninguno tiene la capacidad de "restar un segundo".
"Los humanos necesitarán reprogramar las computadoras, lo que introducirá la posibilidad de error", dice el autor del trabajo, como un desafío indescifrable para la humanidad.