Desde su internación, Francisco no ha sido visto en público, lo que representa su ausencia más prolongada desde el inicio de su papado hace 12 años. Mientras no se encuentra bajo ventilación mecánica, recibe un alto flujo de oxígeno mediante cánulas nasales para facilitar su respiración.
El Papa ha enfrentado diversos problemas de salud en los últimos años, siendo propenso a infecciones pulmonares debido a un antecedente de pleuresía en su juventud, por el cual le extirparon parte de un pulmón. La neumonía bilateral, que afecta ambos pulmones, es una condición grave que puede inflamar el tejido pulmonar y dificultar la respiración.
Por el momento, los médicos no han precisado cuánto tiempo más deberá permanecer internado.