Antes de la misa, León XIV saludó a la multitud desde el papamóvil, recorriendo la plaza durante media hora mientras los fieles lo aclamaban con cánticos de "Leone, Leone". El gesto reforzó el perfil cercano que el nuevo Pontífice busca proyectar desde su elección.
La misa de iniciación marca el comienzo oficial del ministerio petrino, aunque León XIV ya ejerce como líder espiritual de más de 1.300 millones de católicos desde que aceptó su designación en el cónclave y eligió su nombre en honor a los papas reformistas del siglo XIX.
En los próximos días, el nuevo Papa continuará con una agenda intensa: el martes tomará posesión de la Basílica de San Pablo Extramuros y el miércoles encabezará su primera audiencia general, mientras se esperan definiciones clave sobre la conformación de su equipo de gobierno en el Vaticano.
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Antes de la misa, León XIV saludó a la multitud desde el papamóvil, recorriendo la plaza durante media hora (Foto: Reuters)
León XIV: "El Papa no debe ser un líder solitario ni un jefe por encima de los demás"
En una homilía cargada de contenido pastoral y social, el papa León XIV afirmó que el Pontífice “no debe ser un líder solitario ni un jefe por encima de los demás”, sino un servidor que camina junto a los fieles, en una Iglesia que combata la exclusión y el odio.
“Pedro debe apacentar el rebaño sin ceder nunca a la tentación de ser un líder solitario o un jefe que está por encima de los demás, haciéndose dueño de las personas que le han sido confiadas. Por el contrario, a él se le pide servir a la fe de sus hermanos, caminando junto con ellos”, expresó.
Además, el papa nacido en Chicago pidió una Iglesia que “no se encierre en sí misma”, sino que abrace “a todos como una única familia”, según el deseo de Dios.
Durante su mensaje, también hizo referencia al mundo actual y al sistema que “margina y explota”, reafirmando el rol de la Iglesia como puente de reconciliación y justicia.
Una ceremonia cargada de símbolos
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La procesión hacia el altar se realizó bajo un gran tapiz colgado en el balcón central de la basílica, que representa la pesca milagrosa y a Jesús dialogando con Pedro, signo de la misión apostólica que ahora asume León XIV.
Durante la ceremonia se entonaron las “Laudes Regiæ”, letanías en honor a Cristo, en las que se invocan también los nombres de los papas santos.
El cardenal protodiácono Dominique Mamberti, quien había anunciado la elección del nuevo papa el pasado 8 de mayo, fue el encargado de colocarle el palio, mientras que el cardenal filipino Luis Antonio Tagle le entregó el anillo del Pescador, sello simbólico del pontífice.