"Creo que era correcto perseverar incluso cuando las posibilidades de fracasar parecían altas, pero ahora me parece claro que el interés del país es mejor que un nuevo primer ministro lidere ese esfuerzo", agregó, proclamando su amor por el Reino Unido con la voz quebrada y al borde de las lágrimas. Por eso "dimitiré como líder del Partido Conservador el viernes 7 de junio", anunció.