Las autoridades italianas informaron que la nave era tan precaria que apenas pudo flotar en malas condiciones por espacio de una hora, lo que obligó a los servicios de rescate a buscar a las personas que ya flotaban en el mar.
Las tareas continúan en torno a Lampedusa porque se estableció que al menos otras 30 personas estaban a bordo, por lo que al momento se las considera desaparecidas.
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Las embarcaciones siguen desafiando al Mediterráneo para llegar desde África a Europa. (Foto: ONU)
Una tragedia sin fin
Este nuevo naufragio se produce apenas dos días después de otro similar. En ese caso, guardacostas tunecinos recuperaron 11 cadáveres de inmigrantes subsaharianos tras este naufragio del pasado domingo. De esa misma tragedia, todavía este martes 44 personas estaban consignadas como desaparecidas.
Pese a los esfuerzos de los países europeos y los africanos con costa en el Mediterráneo, ningún acuerdo o tarea en conjunto parece dar con la clave para aliviar la situación de los inmigrantes ilegales.
En lo que va del año, casi 100.000 inmigrantes desde el África lograron desafiar al Mediterráneo y llegar hasta Lampedusa.
Allí deben esperar un largo tiempo hasta que todos sus papeles y antecedentes se analizan para ver si se les otorga la condición de inmigrante regular.
De lo contrario, corren el riesgo de ser deportados al mismo lugar del que huyeron tan desesperados que no dudan en arriesgar la vida para buscar un futuro mejor inmigrantes por mar, frente a los 44.700 del mismo período de 2022.
El papa Francisco, el 8 de julio de 2013 (4 meses de haber asumido el trono de San Pedro) eligió Lampedusa para realizar su primer viaje oficial fuera de la ciudad de Roma.
Pero en 10 años, el desafío de llegar a "la puerta de Europa" ha costado cientos de miles de vidas perdidas en el mar. Las Naciones Unidas estiman en 20.000 muertos en una década.