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Nueva Zelanda: qué método aplicó el país que derrotó dos veces al COVID-19

Roberto Maidana
por Roberto Maidana |
Nueva Zelanda: qué método aplicó el país que derrotó dos veces al COVID-19

Auckland, la ciudad más importante de Nueva Zelanda, volvió a la normalidad (Foto: Twitter)

"Hemos vencido nuevamente al virus". Con esta frase contundente, la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, anunció el pasado lunes el levantamiento de las restricciones en Auckland, la ciudad más importante del país.

Mientras el mundo continúa asolado por la pandemia (ya hay más de 36.500.000 contagios y más de 1.060.000 muertos), en ese país de Oceanía aseguran que están libres del COVID-19. Y que pudieron lograrlo no una, sino dos veces.

Pero, ¿cuál fue el método aplicado, que parece uno de los más exitosos en el mundo?

Decisiones enérgicas desde el primer momento

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La primera ministra Arden anuncia que lograron derrotar al COVID-19 por segunda vez (Foto: Facebook de Jacinda Ardern).
La primera ministra Arden anuncia que lograron derrotar al COVID-19 por segunda vez (Foto: Facebook de Jacinda Ardern).

El 2 de febrero se registró en Filipinas la primera persona que murió fuera de China por COVID-19. Apenas un día después, la primera ministra neozelandesa inició su acción para minimizar los contagios: cerró todos los vuelos procedentes de China. En tanto, a los neozelandeses que regresaban a su país se les impuso una cuarentena de 14 días. Sin excepción.

Dos semanas después, el 17 de marzo, cerró el ingreso para todo aquel que no fuera habitante de ese país.

Un sistema de emergencia de 4 pasos

Nueva Zelanda tomó el modelo de la lucha contra los incendios forestales. Frente al COVID-19, se inició desde el segundo nivel.

Para el 25 de marzo, la alarma se elevó al nivel 4. Aislamiento total. Solo quedaron autorizados los movimientos de las personas "esenciales". Como comparación, vale destacar que el Reino Unido ya tenía en ese momento 6.500 casos y 330 muertes. Nueva Zelanda, solo 102 contagios.

"Go early, Go Hard"

"Vamos rápido, Vamos a fondo", fue el lema elegido por el gobierno de Ardern para sostener la cuarentena en todo el país. Su objetivo no fue "contener" al virus, sino "eliminarlo". En términos científicos, significaba lograr que no hubiera ningún contagio en el término de 28 días. Es decir, dos períodos completos desde el inicio del contagio, la aparición de síntomas y la recuperación o cese de capacidad para contagiar.

Las medidas sanitarias

El testeo, el aislamiento, los controles y el tratamiento de los infectados fue la norma cumplida rigurosamente, como lo recomendó la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su momento.

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Controles para mantener el confinamiento en Auckland (Foto: AFP).
Controles para mantener el confinamiento en Auckland (Foto: AFP).

Nueva Zelanda realizó 10.000 testeos diarios en el pico de los contagios. Así, llegó hasta el 24 de mayo con un registro de apenas 23 muertes y se mantuvo durante 107 días más.

Todo el país se colocó en nivel 1 del plan de emergencia, el paso a la "nueva normalidad" y la primera derrota del COVID-19.

Un rebrote inesperado

En agosto, dos mujeres que regresaron desde Gran Bretaña trajeron de regreso el virus al archipiélago. Los controles sanitarios de migración fallaron. Algo "inaceptable" para la primera ministra.

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Auckland fue puesta en cuarentena ante un rebrote de COVID-19 (Foto: archivo).
Auckland fue puesta en cuarentena ante un rebrote de COVID-19 (Foto: archivo).

Los contagios comenzaron a multiplicarse en Auckland. De nuevo, Ardern no dudó. Estableció un nuevo confinamiento para el millón y medio de habitantes de la ciudad durante tres semanas. La medida se prolongó 21 días más, hasta que finalmente Auckland salió del aislamiento. Ahora, como todo el país, disfruta de la "nueva normalidad" desde el lunes pasado. Arden, en tanto, pudo anunciar la "segunda victoria contra el COVID-19".

Un ejemplo a imitar: ¿es posible?

La OMS considera al país como un ejemplo por haber "eliminado con éxito la transmisión en la población".

Muchos apuntan dos condiciones fundamentales: ser un estado insular, sin fronteras terrestres, y poca población, apenas 5 millones de habitantes. Pero para los científicos hay otra razón complementaria y, tal vez, más valedera que la anterior. Nueva Zelanda tiene un gobierno eficiente y una excelente infraestructura.

El último informe del Programa para el Desarrollo de Naciones Unidas (PNUD) ubica a Nueva Zelanda con 0,921 puntos (1 es el máximo), en el puesto 14 entre las naciones con desarrollo muy alto. La Argentina, en ese rubro, ocupa el puesto 48.

Recesión y recuperación

El cierre masivo de actividades impactó especialmente en el turismo, un recurso fundamental para el país. Hizo que tenga una caída del 12,2% de su PBI. Con todo, fue menor a la contracción que esperaba el gobierno (16%) y casi la mitad de la anticipada durante la presentación del presupuesto, en mayo pasado (23,5%). Además, desde el tercer trimestre, con la vuelta a la apertura de la vida económica, el crecimiento y la recuperación ya son palpables.

El ministro de Finanzas, Grant Robertson, destacó las medidas puestas en marcha por el gobierno de Ardern, que espera revalidarse como primera ministra en las elecciones del 17 de octubre.

"Actuar fuerte y rápidamente significa que podemos volver más rápido y más fuerte", insistió, asegurando que "los economistas esperan un récord de crecimiento para el tercer trimestre".

Mirando hacia 2021

Los neozelandeses volvieron a un modo de vida casi normal, sin distanciamiento social y con público autorizado en eventos deportivos y culturales. Hasta aquí, registraron 1.866 casos por COVID-19 y apenas 25 muertos.

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Los All Blacks recibirán a los Wallabies a estadio lleno con 60.000 hinchas (Foto: AFP).
Los All Blacks recibirán a los Wallabies a estadio lleno con 60.000 hinchas (Foto: AFP).

Un dato final como ejemplo del éxito neozelandés, en este caso relacionado con el rugby, el deporte nacional: un día después de las elecciones, el 18 de octubre, los All Blacks se enfrentarán a sus eternos rivales, los Wallabies australianos. La Copa Bledisloe estará en juego. Lo particular del caso es que el estadio de Eden Park, la catedral del rugby en Auckland, estará colmado por 50.000 hinchas.