Siracusa, un infierno en Europa
La ciudad, ubicada en el sureste de la isla de Sicilia, tiene 124,391 habitantes. Pero es uno de los focos de atracción de turistas en Europa. Especialmente en agosto, el principal mes del verano en el viejo continente. Este jueves registró la temperatura más alta en la historia europea desde que existen registros, con 48,8° celsius.
El calor propio del desierto ha causado innumerables inconvenientes. Desde la muerte de al menos tres personas a dificultades con el suministro de energía y el acceso al agua. Grupos especiales de seguridad patrullan la ciudad para ayudar a las necesidades de los pobladores, locales y turistas.
Las consecuencias comienzan a impactar en la economía. Se calcula una baja del 20% en la agricultura por las grandes sequías. También la ganadería e industrias derivadas se resienten por la muerte de animales por las altas temperaturas.
El calor ha provocado temperaturas inusuales en toda Italia, como en Roma, la capital, que este jueves soportó 40°.
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Siracusa, en Italia, por la ola de calor, registró la temperatura más elevada de Europa desde que se la documenta, con 48,8° C (Foto: OMM)
El Ciclón "Lucifer"
Así se ha denominado a este fenómeno climático que se originó en el África y cruzó al continente europeo. Y los cálculos del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas anticipan que la ola continuará varios días más.
Es el mismo fenómeno por el cual Grecia lucha con unos incendios que registran pocos antecedentes en la historia. Por su intensidad y continuidad en el tiempo.
España tampoco está mucho mejor. Para el próximo lunes, las previsiones meteorológicas hablan de elevadas temperaturas en todo el país (por supuesto, también en Portugal). El mapa se pinta de un rojo extremo en toda la península ibérica.
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El próximo lunes España estará atrapada en una ola de altísimas temperaturas ( Foto: Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas)
Parias climáticos
Desde hace años, las oficinas especializadas de las Naciones Unidas advierten sobre el tema. El programa para el Desarrollo (PNUD), la OMS y ahora el IPCC (Panel Intergubernamental del Cambio Climático) alertaron que el cambio climático traerá, entre tantas consecuencias, la migración obligada de millones de personas porque su ambiente deja de ser habitable. Las razones: inundaciones permanentes ante la suba del nivel del mar, campos convertidos en desiertos o ciudades con escasez de agua y temperaturas insoportables.
Todos ellos se engloban en esta nueva categoría: los parias climáticos o ambientales. Millones de personas que estarán obligadas a migrar por los severos cambios de clima. Tendrán los mismos problemas que los refugiados por las guerras, por ejemplo.
Sin ir más lejos, el ciclón Lucifer ofrece un pequeño anticipo de la crisis que se avecina. Ante el calor extremo y prolongado en las ciudades europeas, muchas personas encuentran una única salida para subsistir diariamente. Dejar sus hogares y pasar largas horas en paseos comerciales que tienen aire acondicionado. No hay forma de soportar este clima agobiante y peligroso.