Antes, por quinto domingo consecutivo, el papa Francisco envió un texto escrito bastante conmovedor en ocasión de la tradicional oración mariana del Angelus, en el que se unió a todos los hermanos y hermanas enfermos, habló de su fragilidad y de la esperanza de la fe, al recordar que “el Señor nunca nos abandona”.
El texto fue difundido por el Vaticano al mediodía local, la misma hora que el Papa normalmente suele aparecer desde la ventana de su despacho del Palacio Apostólico ante miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.
Como ya había hecho varias veces e incluso en un audio, el Papa volvió a agradecer las oraciones por su salud que se están dando en Roma y en todo el mundo desde que fue internado, el 14 de febrero pasado. Además, agradeció a quienes lo están cuidando “con tanta dedicación”.
“Sé que rezan por mí muchos niños; algunos de ellos han venido hoy aquí al Gemelli en señal de cercanía. ¡Gracias, queridos niños! El Papa los quiere y espera siempre encontrarlos”, también escribió, conmovido por los centenares de dibujos con mensajes de pronta recuperación que está recibiendo y evidentemente al tanto de una iniciativa tomada por el padre Enzo Fortunato, presidente del pontificio comité de la Jornada Mundial de los Niños. Junto a un centenar de niños, padre Fortunato se acercó a las 11.30 al atrio del hospital para darle al Papa una “caricia simbólica” y dejar, además, un ramo de rosas blancas (sus preferidas) en la capilla del hospital.