Al dejar el hospital St. Thomas, de Londres, Boris Johnson grabó un mensaje de agradecimiento a todo el personal de ese lugar.
Al dejar el hospital St. Thomas, de Londres, Boris Johnson grabó un mensaje de agradecimiento a todo el personal de ese lugar.
Infectado de coronavirus, su estado se agravó y debió pasar tres noches en terapia intensiva. Desde Checkers, el lugar de descanso para el primer ministro, envió un mensaje por twitter más que significativo.
A los 3'36" de su mensaje agradece en particular a dos enfermeros: "Ellos son Jenny, de Nueva Zelanda, Invercargill, en la isla del sur para ser exactos, y Luis, de Portugal, cerca de Porto".
A los dos los destacó especialmente por una tarea vital: "La razón por la que mi cuerpo, finalmente, comenzó a tener el oxígeno necesario fue porque en cada segundo de la noche, estaban vigilando y pensando y preocupándose y haciendo las intervenciones que necesitaba".
Johnson, puso en ellos dos la dedicación del cuestionado NHS (el servicio de Sanidad Nacional británico por sus siglas en inglés).
Allí está la paradoja de su mensaje. Que lleva largos años. Él alentó el Brexit para desconectarse de la Unión europea, para lograr un Reino Unido más fuerte y potente.
Los dos enfermeros que le salvaron la vida son inmigrantes. Una de Nueva Zelanda. El otro de Portugal. Con permisos para establecerse en Gran Bretaña por diferentes razones.
Una por ser de la Commonwealth (la comunidad británica) y otro por ser de la Unión Europea. Todo lo que cambia a partir del Brexit.
Jenny McGee, es una intensivista del St. Thomas Hospital. Estuvo asignada a las noches de terapia intensiva del primer ministro. Llegó al Reino Unido hace 8 años.
Rob, su hermano, destacó el orgullo familiar por la tarea realizada. Contó que para su hermana, ahora considerada una heroína, el verdadero logro fue el reconocimiento social para el NHS en su conjunto.
Pero su historia cruzó el planeta. Recibió un mensaje en Facebook por parte de la primera ministra Jacinda Ardern. Es la jefa del gobierno de Nueva Zelanda, su país original.
Uno de los ejemplos en el mundo de cómo las medidas tomadas rápidamente mantienen aún hoy a raya al coronavirus.
La propia ministra contó que tuvo que hacer una pesquisa "especial" para ubicar la página de Facebook de Jenny para felicitarla.
El caso de Luis Pitarma no es muy diferente. Llegó para trabajar como intensivista en el Reino Unido en 2014. Dos años más tarde ingresó al St. Thomas Hospital.
Dejó su país en busca de un reconocimiento profesional y de un mayor salario, unas cuatro veces el de Portugal.
Ahora, según las palabras de Boris Johnson, acaba de salvarle la vida al primer ministro del Reino Unido.
También Luis recibió una felicitación de su país de origen, a cargo del presidente de Portugal, Marcel Rebelo de Souza.
Dijo que Pitarma es un orgullo para todo el sistema sanitario portugués. Ese que debió dejar Luis porque la paga no era suficiente.
Desde que se celebró el referéndum para salir de la UE ha bajado un 90% la entrada de sanitarios extranjeros en el Reino Unido.
A dos de ellos, el primer ministro británico, reconoció que les debe la vida.