"Brasil está en una posición muy mala y solo podemos resolver el problema con una detección masiva", dijo a AFP Domingos Alves, jefe del Laboratorio de Inteligencia en Salud (LIS) de la Universidad de Sao Paulo (USP).
"Las cifras oficiales muestran dónde estuvo la epidemia hace una o dos semanas", explica y la falta de testeos en cantidad impide conocer exactamente cómo evoluciona la pandemia en Brasil, sostiene Alves.
"Sabemos que el 85% de los casos asintomáticos nunca serán detectados", admitió la semana pasada Wanderson de Oliveira, secretario de Vigilancia y Salud del ministerio.
Ante la falta de kits de prueba necesarios, los test se realizan de manera selectiva. "Recibimos una gran cantidad de casos sospechosos en la sala de emergencias, pero solo les hacemos test a los que serán hospitalizados", afirma Fred Nicacio, médico de emergencias en Bauru, en el estado de Sao Paulo.
Reconoce que "muchas personas infectadas no entran en los registros, sencillamente porque no pudimos analizarlas".
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Desifencción en las calles de Copacabana
Un equipo especial desinfecta las calles de Copacabana.
Para peor, el presidente Jair Bolsonaro cuestiona las medidas de confinamiento adoptadas por los gobernadores en casi todos los estados, alegando que los daños económicos de la receta pueden ser más graves que la enfermedad.
Pero sin las pruebas en cantidad, abrir la economía del país y el retorno masivo al trabajo puede generar una espiral geométrica para la pandemia.
El gobernador de San Pablo, partidario del confinamiento y opuesto a Bolsonaro, dice que para obtener datos más reales confía en la llegada de 1,3 millones de pruebas importadas de Corea del Sur, de las cuales 725.000 fueron entregadas el martes.
Ante la falta de apoyo económico oficial en los últimos años, algunas universidades recurrieron al apoyo financiero de empresas tecnológicas e incluso a campañas de recaudación de fondos por internet para desarrollar proyectos de test producidos localmente.
Dos gobernadores, actualmente, están infectados. Wilson Witzel, de Río de Janeiro y Helder Barbalho, del estado norteño de Pará.
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El gobernador carioca, Wilson Witzel, infectado por el COVID-19
El gobernador carioca, Wilson Witzel, infectado por el COVID-19
Brasil es el país latinoamericano con más víctimas provocadas por la pandemia, con 29.015 contagios y 1760 muertes, según el contador de la Universidad Johns Hopkins.