En su reaparición, Johnson, pese a todo, quiso brindar un mensaje enérgico pero con señales de optimismo. Señaló que el país esta haciendo un progreso que permite estar "pasando el pico".
Pero inmediatamente dejó en claro que "debemos continuar así, para evitar una segunda ola de la enfermedad".
Según el primer ministro británico, todas las medidas deben estar enfocadas "en evitar un nuevo brote de la enfermedad, para poder pensar en pasar a una fase 2 de salida controlada".
El objetivo es el de volver a una apertura ecónomica del país. Lo que quiso hacer en el principio de la pandemia, que el COVID-19 no alterara a la economía británica. Pero ese plan falló por completo.
Ahora, no se atrevió a aventurar cuando podrá llegar esa etapa de apertura. Aunque sí fue claro: no se hará hasta tener la seguridad de los científicos que no se pone en riesgo la vida de los británicos, uno de los países más castigados por el coronavirus.
Un verdadero cambio de 180° en la posición de Boris Johnson, en su regreso tras superar el coronavirus.