La decisión de Battaglia se debe al mal momento de un equipo que no ganó todavía en su estadio en la Copa de la Liga y también porque quiso cuidarse de hacer alguna declaración que pudiera complicar el futuro y su relación con el plantel.
En la noche post partido en La Bombonera, mientras los futbolistas se retiraban junto al cuerpo técnico en el micro que lo llevaba al hotel donde estuvieron concentrados para luego partir a sus hogares, los integrantes del Consejo de Fútbol se quedaron reunidos en el segundo piso de la Bombonera hasta las 2 de la madrugada, como suelen hacerlo después de cada partido de local.
En otro sector de las oficinas del estadio Alberto J. Armando, Juan Román Riquelme, vice presidente segundo y la "cabeza" del fútbol, dialogaba con parte de la mesa chica de la comisión directiva quienes habitualmente no acuden al predio de Ezeiza.
En las próximas horas habrá reuniones entre el Consejo de Fútbol y el entrenador y seguramente en la práctica de las 16 en el predio de Ezeiza también con los referentes del vestuario.