Ícono africano

La peculiar historia de Sadio Mané, el humanista revolucionario de Senegal y figura multimillonaria del Bayern Münich

Sadio Mané no se olvida de sus orígenes: en su pueblo natal juntaba pomelos para jugar a la pelota y hoy, si es necesario, oficia de utilero.
Sadio Mané es la gran figura africana de la actualidad

Sadio Mané es la gran figura africana de la actualidad, pero tiene los pies sobre la tierra.

Sadio Mané acaba de pasar al Bayern Münich por 32 millones de dólares y dejó el Liverpool, club con el que brilló y alcanzó el estrellato a nivel mundial: además de su rendimiento individual, levantó una Champions League y un Mundial de Clubes, entre otros títulos con el elenco de Jürgen Klopp.

Pero nada pareciera obnubilar al héroe senegalés de la última Copa Africana de Naciones, también cómplice de que su seleccionado llegue al Mundial Qatar 2022 luego de eliminar a Egipto en la final. La historia de Mané es para repetir por su humildad y el hecho de no olvidar sus orígenes.

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La historia de Sadio Mané

Mané nació en Bambali, ciudad senegalesa a 400 kilómetros de Dakar, la capital de su país natal, y jamás dejó atrás su pasado como niño y adolescente, donde buscaba pomelos para jugar a la pelota en los potreros de su barrio.

“¿Para qué quiero diez coches Ferrari, veinte relojes con diamantes y dos aviones? ¿Qué harán estos objetos por mí y por el mundo? Yo pasé hambre, trabajé en el campo, jugué descalzo y no fui al colegio. Hoy puedo ayudar a la gente. Prefiero construir escuelas y dar comida o ropa a la gente pobre”, dijo en la televisión de su país.

Mané jugando en su ciudad natal

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En junio del año pasado donó 693.000 dólares para construir un hospital en su pueblo. La ciudad, de poco más de 17.000 habitantes, no contaba con un centro asistencial y ahora recibe pacientes de 34 aldeas cercanas. Cuando tenía 7 años su papá murió de una enfermedad de la que pudo haberse curado de haber existido el hospital.

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En 2019 el delantero donó alrededor de 350.000 dólares para construir una escuela, y el año anterior regaló 300 camisetas del Liverpool para que los hinchas pudieran usarlas durante la final de la Liga de Campeones, que finalmente su equipo perdió con Real Madrid por 3 a 1.

Además, donó notebooks en la escuela del pueblo, y construyó una estación de servicios y la oficina de correos. También envía 70 euros por mes a las familias del barrio donde nació para ayudar a sus antiguos vecinos que viven en la pobreza.

Desde abril de 2018 Mané también colabora con un programa de prevención del VIH en Malawi. La enfermedad afecta especialmente a África. Dos tercios de los infectados, es decir unas 22,5 millones de personas, viven en el Africa Subsahariana.