La ceremonia tuvo lugar en la parroquia Santísimo Redentor, en el barrio porteño de Recoleta. “Estoy de pie por ustedes y por Fer”, dijo la madre.
Graciela Sosa y Silvino Báez, en la entrada a la parroquia en Recoleta, donde encabezaron la misa por su hijo Fernando. (Foto NA)
EL crimen de Fernando Báez Sosa sigue marcando actualidad y a cinco años del asesinato a pocos metros de un boliche de la localidad de Villa Gesell, su familia convocó a una misa. “Nuestra vida se quedó con esa patada”, indicó su padre Silvino Báez, al entrar a la parroquia Santísimo Redentor, en el barrio porteño de Recoleta.
La ceremonia en Larrea 1252 fue convocada por los allegados del joven. Al llegar a la Iglesia, Graciela, la mamá del joven dijo en diálogo con la prensa: “Hoy es un día muy triste para nosotros, fue el día que perdimos a nuestro hijo. Hoy queremos recordarlo como realmente era Fernando, un chico bueno, humilde, con ganas de vivir”.
Y agregó: “Estamos super agradecidos con todos que siempre están a nuestro lado. Sin el acompañamiento hubiera sido muy difícil. Estoy de pie por ustedes y por Fer”. Junto a Silvino, padre de Fernando, coincidieron en que su vida es difícil desde que ocurrió el asesinato.
En este sentido, adelantaron que en misa fueron a pedir fuerza y que tengan en la gloria a su hijo. También que descanse en paz y que pronto llegue la oportunidad de volver a encontrarse.
La ceremonia duró aproximadamente 40 minutos y fue oficiada por el padre Sergio, cercano a los padres del joven. A la parroquia se acercaron familiares y amigos que acompañaron desde el primer momento al matrimonio.
Días atrás, a través de sus redes sociales, Sosa había convocado a la misa con un emotivo posteo. “Este año nuestro hijo Fernando Báez Sosa se recibiría de abogado y no pudo llegar. Soñábamos tanto ese momento y se truncó todo porque unos cobardes lo mataron a traición”, reclamó.
El crimen de Báez Sosa conmocionó al país en el verano de 2020. Ocurrió en la madrugada del 18 de enero, cuando a la salida del boliche Le Brique, el joven fue atacado a golpes por un grupo de jóvenes.
Los acusados, Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Luciano Pertossi, fueron condenados a prisión perpetua en la cárcel de Melchor Romero; mientras que Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi estarán presos por 15 años al ser considerados partícipes necesarios.
