Hoy, cinco de los involucrados cumplen cadena perpetua, mientras que otros tres fueron condenados a 15 años de prisión. El caso se convirtió en símbolo de lucha contra la violencia y la discriminación, movilizando a miles de personas que, año tras año, participan en homenajes y marchas pidiendo justicia.
Convocatoria a la misa en memoria de Fernando Báez Sosa
Graciela Sosa utilizó su cuenta de Instagram para convocar a una misa en honor a su hijo, bajo el título “5 años sin Fer”. En su mensaje, expresó:
"Acompáñennos en este día tan difícil para nosotros."
La ceremonia se llevará a cabo el próximo sábado 18 de enero a las 19:30 horas en la Parroquia Santísimo Redentor, ubicada en Larrea 1252, en el barrio de Recoleta. Esta misa será una oportunidad para que quienes acompañaron a la familia durante estos años puedan rendir homenaje y compartir el recuerdo de Fernando.
Hace pocos días, Graciela compartió una reflexión que resuena en el corazón de muchos:
"Este año, nuestro hijo Fernando Báez Sosa se recibiría de abogado y no pudo llegar."
Fernando estaba en el camino de cumplir uno de sus mayores sueños: convertirse en abogado y contribuir a una sociedad más justa. Graciela recordó con tristeza el deseo truncado de su hijo y la injusticia de su ausencia:
"Soñábamos tanto con ese momento, pero unos cobardes lo mataron a traición. No tuvieron piedad y hasta lo discriminaron por su color de piel. Jamás lo olvidaremos. Un beso al cielo, Fer."
Estas palabras reflejan no solo el dolor de una madre, sino también el sentimiento de indignación y la lucha incesante de una familia que mantiene viva la memoria de Fernando.
El asesinato de Fernando no solo fue una tragedia personal para su familia, sino que se convirtió en un caso emblemático para la sociedad argentina. Desde aquel fatídico día, Graciela y Silvino Báez, padres de Fernando, han encabezado movilizaciones y campañas para concientizar sobre la violencia en los jóvenes y el racismo, temas que rodearon el crimen de su hijo.
Cada aniversario del asesinato de Fernando Báez Sosa reúne a miles de personas que, con velas, pancartas y lágrimas, recuerdan su historia y renuevan el pedido de justicia. Las marchas han trascendido las fronteras de Villa Gesell y Caballito, extendiéndose por todo el país.
El juicio a los rugbiers que participaron en el asesinato de Fernando fue seguido de cerca por los medios y la sociedad. Las pruebas contundentes, sumadas a los testimonios y las imágenes captadas, fueron clave para la condena de los culpables.
Cinco de los agresores recibieron cadena perpetua, mientras que otros tres fueron condenados a 15 años de prisión. Las sentencias fueron celebradas por la familia de Fernando y gran parte de la sociedad, aunque también dejaron en evidencia la necesidad de seguir trabajando para erradicar la violencia en los jóvenes.
La historia de Fernando Báez Sosa ha inspirado numerosas iniciativas para combatir la violencia y promover la solidaridad. En su memoria, se han organizado charlas en colegios, campañas de concientización y eventos benéficos. Su nombre se ha convertido en sinónimo de lucha por la justicia y contra la discriminación.
A cinco años del asesinato, la misa convocada por Graciela Sosa es una muestra más del amor inquebrantable de una madre y de una comunidad que se niega a olvidar. La ceremonia del 18 de enero será un espacio para recordar a Fernando con respeto y mantener viva la esperanza de un futuro sin violencia.