En medio de un un fuerte operativo policial, Farías finalmente se entregó a la policía, que había rodeado completamente el barrio tras la denuncia que indicaba que se habían producido tres disparos en la casa de calle 100 al 4300 donde habitaba junto a su pareja, Natalia Bandiera, y sus tres hijos.
Según relataron los vecinos de la calle 100 al 3600, donde ocurrió todo, el agresor mató a su pareja a tiros. Minutos después llegó al lugar una decena de patrullas de la Policía Bonaerense, que cercó la casa y formó un cordón perimetral de varias cuadras. Mientras tanto, el hombre amenazaba con volver a disparar en caso de que un efectivo se acercara para detenerlo.
"Los primeros disparos se escucharon a las 16.05. Poco después, cuando llegaron los efectivos, el hombre volvió a disparar y ahora continúa atrincherado", informó el periodista Alejandro Sánchez en diálogo con TN.
Sánchez explicó que la Policía sospecha que el hombre tiene consigo como rehén a un hijo de la pareja, mientras que "una hija más grande habría logrado escapar a las corridas".