Las cuatro detenciones fueron concretadas en una serie de 10 allanamientos realizados por detectives de la Delegación Departamental de Investigación (DDI) de San Isidro, en el marco de una investigación que lleva casi cuatro meses.
“Comisario, la situación está controlada”, era la frase que estos delincuentes decían vía handy al apoyo externo y frente a las víctimas, a quienes además les recalcaban que trabajaban “para la policía”, algo desechado en la pesquisa.
"Hacían un 'acting' frente a las víctimas con el único propósito de generar más terror. No surge de la investigación ningún vínculo con algún miembro de una fuerza de seguridad", aclaró a la agencia Télam una fuente con acceso al expediente.
Fuentes de la investigación identificaron al detenido Gastón Adrián Refatti (47) como el presunto líder de la organización y a quien definen como un “as al volante” por ser quien solía comandar la camioneta Toyota SW4 negra -con distinta patente en cada hecho-, en la que la banda huía y que fue recuperada en los allanamientos.
Los otros tres detenidos son Juan Gabriel Antivero (41), Ramón Antonio Medina (40) y Ángel Javier Mundaray (43), de nacionalidad venezolana y dueño de un taller mecánico en Tigre que fue allanado.
Cómo actuaba la banda que robaba casas de lujo en San Isidro
En total, el fiscal les atribuye 12 hechos cometidos entre el 12 de febrero y el viernes pasado, de los cuales siete son robos agravados concretados, hay una tentativa en el que la banda escapó porque una víctima a los gritos los sorprendió en su jardín y los otros tres son hurtos de chapas patentes de camionetas sin impedimento que ellos usaban para “latear”-cambiar de chapa-, a los vehículos que usaban.
Los robos eran “planificados” ya que estudiaban con varios días de anticipación propiedades en Las Lomas, La Horqueta, Acassuso y el bajo de Béccar, las zonas de mayor poder adquisitivo del partido de San Isidro.
Según las fuentes, los ladrones siempre vestían de negro, cubriendo sus manos con guantes para no dejar huellas y sus rostros con pasamontañas. Además, cuando salían a cometer los hechos, no llevaban celulares encima para no ser rastreados y solo se comunicaban con handies “punto a punto”.
Sin embargo, los delincuentes fueron descubiertos por un insólito detalle. El líder, Gastón Adrián Refatti, solía cargar nafta en una YPF la misma noche de los robos, ya que pedía que le sumaran los puntos a su cuenta.
Además, en varias oportunidades, el peaje leyó el tag que su SW4 tenía pegado con los datos de su patente original.