Además, en el allanamiento realizado anoche en su casa de la calle Magaldi al 2.400, de la localidad de Pablo Podestá, en el partido bonaerense de Tres de Febrero, los detectives encontraron una billetera de cuero rojiza que era propiedad de la víctima. Se cree que la mujer podía tener escondida allí la llave de la caja fuerte de donde robaron dinero y joyas.
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Aquino trabajaba hace 12 años con el matrimonio y será indagada en horas de la tarde por el doble asesinato de sus empleadores. Los fiscales de Vicente López Martín Gómez y Alejandro Musso la dejaron imputada como “partícipe necesaria” de “robo y homicidio agravado criminis causa”, que tiene una pena de prisión perpetua.
“Tuvo comportamientos raros y dio algunas explicaciones inconsistentes. No hay aún nada concluyente, pero sí indicios que la transforman en sospechosa”, aclaró a Télam una fuente judicial.
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Según pudieron reconstruir los investigadores, Ninfa Aquino llegó a las 6.50 de la mañana y recién a las 9 le llamó la atención que el matrimonio no hubiera bajado a desayunar, pese a que además vio que estaba intacta la cena –brócoli y alcauciles-, que ella les había dejado cocinada para la noche anterior.
Tampoco advirtió cuando llegó el desorden que el o los asesinos habían dejado en varios ambientes de la casa que estaban revueltos.
“Ella dijo que creyó que era por la mudanza que iban a hacer sus patrones, pero las cosas de la mudanza estaban perfectamente embaladas”, aclaró uno de los investigadores.
De acuerdo a lo reconstruido por los fiscales, la empleada doméstica le mandó a las 9 de la mañana un mensaje a la acompañante terapéutica que también trabajaba en la casa para asistir a Del Río por sus problemas de movilidad, para avisarle que no habían bajado a desayunar.
Fue esa mujer –llamada Blanca-, quien le sugirió a “Nina” que vaya a la cochera y recién allí la empleada encontró asesinados al matrimonio Del Río dentro del auto que estaba en el garaje.
"Es extraño que después de ver esa escena, apagó la luz, volvió a cerrar la puerta que lleva desde la casa a la cochera, ponerle llave y colgarla en el llavero. Y en vez de salir corriendo y pedir ayuda a los vecinos o llamar a la Policía, nos dijo que se puso a ordenar la casa”, confió otra de las fuentes.
Otro de los indicios que hicieron sospechar a los fiscales es que en el celular de Aquino, los peritos que lo analizaron detectaron una foto borrada de la misma billetera rojiza, marca “Prune”, donde según uno de los hijos de las víctimas, su madre podría guardar la llave de la caja fuerte.
“La foto está borrada de hace un tiempo, pero la pudimos recuperar. La explicación que dio es que esa billetera se la había regalado la señora, que allí alguna vez guardó 2.000 pesos, la perdió y el día que la encontró, le sacó una foto y se la mandó a su hija para avisarle que había aparecido”, confió a Télam uno de los investigadores.
A Gómez y Musso también les pareció sospechoso que pese a la cantidad de años que llevaba trabajando en la casa, Aquino dijo desconocer la existencia de una caja fuerte, mientras que la otra empleada, la enfermera, que llevaba menos tiempo de trabajo, sí lo sabía.
“Hubo sustracción de valores, dinero, joyas en lugares determinados de la casa que sin conocimiento previo o sin que lo revelen las víctimas, no podrían haber accedido”, afirmó a Télam uno de los investigadores.