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El detalle que pasó desapercibido en el crimen de Nora Dalmasso y que cambia todo a 18 años del femicidio

El caso Nora Dalmasso, uno de los crímenes más enigmáticos de la historia reciente de Argentina, dio un giro inesperado con la identificación de un nuevo sospechoso gracias a pruebas de ADN.

El detalle que pasó desapercibido en el crimen de Nora Dalmasso y que cambia todo a 18 años del femicidio

El caso Nora Dalmasso, uno de los crímenes más enigmáticos de la historia reciente de Argentina, dio un giro inesperado con la identificación de un nuevo sospechoso gracias a pruebas de ADN. La investigación, que lleva casi dos décadas, apunta ahora a Roberto Bárzola, un hombre que trabajó en la casa de la víctima poco antes del asesinato ocurrido el 26 de noviembre de 2006.

El fiscal Pablo Jávega, encargado del caso, confirmó en una reciente conferencia de prensa que tras analizar más de 100 pruebas genéticas, se logró ubicar a un sospechoso previamente no investigado: Roberto Bárzola. Según las declaraciones del fiscal, el ADN de Bárzola mostró compatibilidad con elementos recolectados en la escena del crimen.

“Se ha verificado una compatibilidad genética tanto en las huellas encontradas en el cinto de bata de la víctima como en un cabello hallado en la escena del crimen”, informó Jávega. Este hallazgo representa un avance significativo en una causa que ha estado rodeada de controversias y cambios de dirección desde su inicio.

Bárzola, quien se desempeñaba como pulidor de pisos en la casa de la familia Dalmasso, fue identificado como posible autor del crimen. En 2007, la familia Macarrón había solicitado que su ADN fuera incluido en los cotejos genéticos, pero la solicitud fue negada en su momento. Ahora, con la tecnología forense más avanzada, se ha vinculado su perfil genético a pruebas clave.

La imputación contra Bárzola es grave: "abuso sexual seguido de muerte", de acuerdo con el artículo 80 del Código Penal argentino. Según explicó Jávega, la fiscalía se encuentra en una etapa crucial de investigación para determinar si la acción penal sigue vigente o si podría prescribir.

La hipótesis de la fiscalía sostiene que Bárzola, quien tenía 27 años al momento del crimen, habría violado y asesinado a Nora Dalmasso mientras realizaba trabajos de mantenimiento en la casa. Ahora, a sus 45 años, enfrenta un escenario judicial complicado que podría marcar un antes y un después en el caso.

A pesar de las pruebas en su contra, Bárzola no ha presentado una defensa sólida. Según el fiscal, se le notificaron las pruebas y los elementos que lo involucran, pero el imputado no realizó declaraciones que desacrediten las acusaciones.

El anuncio del nuevo sospechoso representa un paso importante en un caso que parecía haber perdido fuerza tras la absolución de Marcelo Macarrón, esposo de la víctima, en 2022. La fiscalía busca ahora determinar si las pruebas contra Bárzola pueden sostenerse jurídicamente o si, por el contrario, se enfrentan a la posible prescripción del delito debido al tiempo transcurrido.

“Estamos en esa etapa de investigación exhaustiva para verificar si hay subsistencia en la acción o si, por el contrario, se daría la prescripción”, explicó Jávega durante la conferencia de prensa. Mientras tanto, el abogado de la familia Macarrón ya anunció su intención de apelar a tribunales internacionales para evitar que el caso quede impune

Roberto Bárzola, el hombre ahora imputado, es originario de Río Cuarto y trabajaba en tareas de mantenimiento en la casa de los Dalmasso al momento del crimen. Su trabajo como pulidor de pisos lo llevó a estar en contacto con la familia días antes del asesinato.

En el juicio de 2022, Bárzola no había sido considerado como sospechoso principal, aunque la familia de la víctima lo había señalado años atrás. Ahora, gracias a las pruebas genéticas, su implicación en el caso adquiere relevancia.

A pesar de la gravedad de las acusaciones, los investigadores reconocen que el tiempo transcurrido desde el asesinato representa un desafío para la justicia. Sin embargo, las pruebas genéticas vinculadas al cinturón de la bata y al cabello hallado en la escena del crimen colocan a Bárzola en el centro de la investigación.

El asesinato de Nora Dalmasso, ocurrido en noviembre de 2006, conmocionó al país. La víctima fue encontrada sin vida en su domicilio en el barrio Villa Golf de Río Cuarto, en una escena que sugería un ataque violento.

En los años posteriores al crimen, el caso estuvo plagado de teorías, desde conflictos familiares hasta un posible crimen pasional. Su esposo, Marcelo Macarrón, fue imputado y llevado a juicio en 2022, pero finalmente absuelto por falta de pruebas contundentes. Durante el juicio, Facundo Macarrón, hijo de la víctima, expresó su deseo de que se encontraran respuestas definitivas.

Ahora, con la aparición de un nuevo sospechoso gracias a la tecnología de ADN, la esperanza de justicia renace, aunque las preguntas sobre los errores en la investigación inicial persisten.

El caso Nora Dalmasso es un reflejo de los desafíos que enfrenta la justicia argentina en la resolución de crímenes complejos. La identificación de Roberto Bárzola como sospechoso es un avance significativo, pero también plantea interrogantes sobre la eficacia de las investigaciones realizadas en los primeros años del caso.

Por el momento, la imputación contra Bárzola y las pruebas genéticas que lo vinculan con la escena del crimen representan una luz en el camino hacia la verdad. Sin embargo, el riesgo de prescripción del delito es un obstáculo que la fiscalía deberá sortear para garantizar que se haga justicia en uno de los casos más resonantes del país.

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